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Anatomía de una foto: "The Swimmer" por Fernando Rodríguez

Anatomía de una foto: "The Swimmer" por Fernando Rodríguez
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Será porque estoy pasando los mayores días de calor de todo el verano, que cuando he visto la fotografía de Fernando Rodríguez me han entrado ganas de tirarme a la piscina que no tengo. Hoy, en Anatomía de una foto, os presentamos una imagen veraniega, por ello de sentirnos acorde con la época estival.

La fotografía de este desarrollador freelance, cuyos proyectos empresariales, entre otros, ha sido el servicio fotográfico online Wemories, nos viene a recordar esos días de verano donde la escalera de la piscina era el lugar más transitado. Me han venido a la mente esas tardes en la piscina de mis tíos, de la parcela del vecino, cuando se hacía de noche y nosotros aún seguíamos en el agua sin querer salir.

El punto de vista, como después nos contará Fernando, ayuda a aislar todo elemento superfluo para centrarnos en la escalera y el niño. También nos dará las razones para haber optado por el blanco y negro. Particularmente no entiendo el verano sin color, pero entiendo su decisión aunque me quede con ganas de ver el sol reflejado en tonos de realidad.

Echad un vistazo a su porfolio en Flickr, tiene imágenes muy interesantes que seguro os gustarán. Mientras, os dejo con más información sobre la foto.

Datos EXIF:

Cámara: Canon 40D Objetivo: Canon EFS 17-55mm f2.8 IS USM Longitud focal: 17mm (sin hacer la equivalencia para APC) Exposición: Automática, usada prioridad a la apertura Apertura: 2,8 Velocidad: 1/2500 Medición: Puntual Flash: No Trípode: No Parasol: Sí Filtro: UV

Sobre la foto, Fernando nos cuenta con todo detalle:

Es una foto tomada durante este mes de agosto. En pleno verano, mi hijo Hugo aprovecha, en la casa de sus abuelos, a lanzarse una y otra vez a la piscina desde la escalera. Hugo tiene una gran forma física y talento para practicar deportes. Estuve observando todas y cada una de las piruetas que hacía y tomé varias instantáneas. Siempre elegía el punto de vista de un observador detrás de la escalera, en la que Hugo se preparaba, saltaba y emergía para volverla a escalar y repetir todo el ciclo. Esta foto me gustó especialmente porque logré minimizar los elementos que había alrededor de la piscina; a penas se ven las paredes en el lado derecho e izquierdo. Además, tiene un toque de profundidad muy importante debido a que el espectador es totalmente dirigido a la expresión del niño. Son los brazos y las manos de Hugo, agarradas a la escalera, los que impiden, en primera instancia, que la mirada del espectador se escape a otro lugar que no sea su rostro. Además, el uso de una apertura como es f2.8, logra que el primer plano, compuesto de las manos y la escalera, aparezca ligeramente desenfocado. Elegí revelar la toma en blanco y negro porque me parecía que tenía un contraste muy poderoso con el cuerpo del niño (el agua cayendo por su cuerpo y cara así como la expresión casi de adulto, conseguida, en gran medida, a las gafas). El uso de gran angular fue también algo fundamental para añadir un toque de "majestuosidad" a la toma. Finalmente, y debido a que la imagen fue tomada hacia el medio día, bien entrado, utilicé medición puntual confiando que la luz que había sobre cualquier sitio donde midiera (por decirlo de alguna manera, ya que no disponía tiempo para ello) llenara suficientemente la escena sin saturarla.
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