Acostumbrados como estamos a las grandes cámaras réflex digitales, a sus enormes objetivos, a la sensación de fotografiar con ellos en las manos, y al peso de las mochilas que acostumbramos a arrastrar a nuestras espaldas, el lanzamiento de los diminutos prototipos de Micro Cuatro Tercios no pasó desapercibido. Mientras muchos las miraban con atención, fantaseando con la posibilidad de tener en un futuro un equipo mucho más compacto e igualmente serio, otros tantos las miraban con cierto recelo, como si los nuevos modelos no pudieran aportar nada relevante al aficionado avanzado o el profesional.
A día de hoy, sin embargo, algunos prototipos van dejando de serlo para convertirse en propuestas formales, y los fabricantes más arriesgados van mostrando sus cartas, con nuevas apuestas que nos dejan la boca abierta. Ya están sobre la mesa las Lumix DMC-G1 y DMC-GH1 de Panasonic, pronto veremos la primera Micro Cuatro Tercios de Olympus, y Samsung ya ha presentado entre vitrinas lo que será su formato NX, con sensores APS-C. ¿Qué puede suponer esto en el sector fotográfico?
¿Y si quitamos el espejo y un par de piezas más, herencia del pasado analógico, y reducimos el tamaño de las cámaras, quedándonos con las bondades de su sensor? Dicho y hecho. Parecían quimeras pero no lo eran y, tras las cortinas de gráficos y diagramas incomprensibles para la mayoría, apareció el sistema Micro Cuatro Tercios. Por fin los defensores del sistema Cuatro Tercios daban el paso adicional que necesitaban para subrayar algo que llevaban proclamando desde el principio: el tamaño importa.
Sin embargo, no sólo se trata de la reducción del tamaño de la cámara y objetivos. Cuando Olympus presentó su prototipo, lo que más nos llamó la atención a muchos, fue la forma de concebir y diseñar el sistema completo, desde cero. El nuevo diseño coincidía en formas y estilo con las discretas telemétricas que en su día abrieron camino en la fotografía social, callejera y de reportaje. Por si fuera poco, el objetivo que acompañaba a la cámara era de focal fija, y de estilo pancake. ¿Tendríamos en un futuro próximo cámaras con aroma a Leica o Contax y rendimiento y precio de réflex Olympus?
Panasonic, por su parte, nos desveló con su Lumix DMC-G1, la otra cara de la moneda del nuevo sistema. Con una apuesta mucho menos arriesgada de lo que muchos esperábamos, el fabricante lanzaba una cámara con prestaciones de réflex avanzada, precio de réflex avanzada, pero espíritu de compacta para aficionados.
Este lanzamiento nos devolvió a la Tierra a muchos, demostrándonos, una vez más, que el marketing manda. Así, los avances en el nuevo sistema tendrían que ir inevitablemente encaminados a lo que demandaba una gran cantidad del público: compactas de mayor calidad de imagen, o réflex de entrada que no fueran incómodas de llevar de excursión un fin de semana. Los que hemos podido probar la Lumix DMC-G1 sabemos que es una maravilla, pero camina en una dirección que a muchos no nos cautiva tanto.
Con la recién presentada Lumix DMC-GH1, Panasonic nos demuestra que su apuesta va en serio ofreciendo, en una cámara cuyas prestaciones ya eran muy avanzadas, un sistema de grabación de vídeo superior al de la competencia, la Nikon D90 y Canon 5D Mark II.
Pero Olympus y Panasonic no han protagonizado esta escapada del pelotón en solitario, y el anuncio de una hasta ahora tímida Samsung no ha tardado en llegar. La nueva Serie NX viene a decirnos que también es posible quitarle el espejo y el visor óptico a una cámara con sensor APS-C. De paso, también viene a darle un tirón de orejas a Panasonic, por no haber aprovechado el menor tamaño de sensor para reducir el tamaño de la cámara todo lo que podía, perdiendo así ese punto de ventaja respecto a los sensores algo mayores.
¿Cómo reaccionarán los otros fabricantes?
Siempre es un misterio saber qué cartas se guarda la competencia en la manga, pero podemos jugar a imaginar por donde van las tendencias, y qué reacciones podría tener cada fabricante.
Canon y Nikon juegan en la posición más cómoda. Son los líderes indiscutibles del sector y, tal y como siempre han hecho, pueden seguir permitiéndose esperar a ver las reacciones del público a las innovaciones de Olympus, Panasonic y Samsung. Probablemente aún pasará tiempo hasta que veamos una reacción directa a estos nuevos modelos y prototipos. Nikon ha peleado fuerte en los dos últimos años por entrar a competir en el sector de las cámaras de sensor completo y, por la gran aceptación que está teniendo, posiblemente no le convenga cambiar de senda.
A Sony, todas estas novedades le han pillado con el ritmo cambiado. El gigante de la electrónica ha tratado por todos los medios de hacerse con el tercer puesto, detrás de Nikon y Canon, y ha lanzado en los últimos años una gran cantidad de modelos de sensor APS-C (A200, A300, A350, A700), a un ritmo mayor que sus competidores. Al mismo tiempo, y mientras intenta capear la crisis, ha querido entrar en el sector del formato completo por la puerta grande, con su A900. ¿Está Sony en condiciones de abrir otra línea de productos sin espejo ni visor en el futuro próximo? Tal vez lo tenga complicado.
La estrategia de Pentax es un gran misterio en toda esta intriga. Mucho se lleva hablando de su posible futura réflex de formato completo, pero nunca ha habido ni un prototipo, ni una filtración accidental, ni nada. ¿Y si viendo venir a la competencia decidieron dar marcha atrás a tiempo?. Dada su compatibilidad con las focales fijas manuales antiguas, una cámara APS-C Pentax de objetivos intercambiables sin espejo ni visor óptico, y con líneas cercanas a las telemétricas podría tener una gran aceptación, y un público más que dispuesto a dejarse sorprender.
Hay una cosa clara, y es que aunque el espejo y el visor óptico pueden seguir siendo imprescindibles para ciertos tipos de fotografía, cada día que pasa hay más fotógrafos dispuestos a prescindir del espejo, con la ventaja que supone en cuanto al tamaño, discreción y ligereza del equipo. Y, por supuesto, cada día que pasa está más claro que el sector fotográfico se está viendo sacudido por la nueva propuesta.
Considerando el rapidísimo ritmo de renovación que llevan algunos fabricantes, probablemente a lo largo de este año veremos un par de modelos nuevos compitiendo en esta liga, e incluso algún nuevo prototipo de otro fabricante para finales de año. Aún está por ver si seguirán las líneas conservadoras iniciadas por Panasonic, o si por fin veremos un cambio drástico en un sector cuyas novedades cada vez son más aburridas y repetitivas.
Yo desde luego, a día de hoy, estaría encantado de poder llevar en una bolsa pequeña una cámara con tamaño de compacta y sensor de réflex, del estilo de los diseños renderizados hechos por algunos usuarios, junto a un 17mm f2.8, un 30mm f1.8, y un 85mm f2. ¿Tú no?
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