“Con paciencia y pasión se logran resultados sorprendentes”, Jorgelina Álvarez, astrofotógrafa (que estuvo un año en la Antártida)

“Con paciencia y pasión se logran resultados sorprendentes”, Jorgelina Álvarez, astrofotógrafa (que estuvo un año en la Antártida)

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“Con paciencia y pasión se logran resultados sorprendentes”, Jorgelina Álvarez, astrofotógrafa (que estuvo un año en la Antártida)

Trabaja como Técnica en Observación Meteorológica para el Servicio Meteorológico de Argentina (actualmente en la Estación Meteorológica La Plata Aero), pero Jorgelina Álvarez es también astrofotógrafa y ha tenido la experiencia de pasar todo un año en la Antártida. Una estancia en la que, cómo no, aprovechó para hacer unas fotografías increíbles que nos llamaron la atención.

Por este motivo nos pusimos en contacto con ella para conocer un poco más sobre su historia, cómo llegó al Polo Sur y cómo fue su experiencia allí. Y, por supuesto, para saber un poco mas sobre la astrofotografía (o fotografía astronómica), una disciplina para la que difícilmente nos podemos imaginar mejor lugar donde practicar que la Antártida.

astrofotografa antartida

Hola Jorgelina, gracias por atendernos. Cuéntanos ¿cuándo surgió la pasión por la astronomía y la meteorología?

Tanto la meteorología como la astronomía fueron dos ciencias que desde pequeña llamaban poderosamente mi atención. Tengo recuerdos de mi niñez observando la evolución de una tormenta o haciendo seguimiento en la noches de las estrellas, planetas y satélites que pasaban todos los días a la misma hora.

No Somos Mas "No somos más que polvo de estrellas” se llama la foto. El nombre hace alusión a la frase del gran científico Carl Sagan.

¿Cuántos años llevas haciendo fotos? ¿Cómo empezaste y qué es lo que te llevo a ello? ¿Te interesaba la fotografía antes de dedicarte a la meteorología o fue a raíz de ello que te interesaste?

La fotografía apareció en mi vida sobre 2012 por estas dos pasiones, la astronomía y la meteorología. Sentía que quería poder mostrar de alguna forma todo eso que veía. Haciéndome socia de la Asociación de Amigos de la Astronomía de Buenos Aires me topé con gente que hacia lo que yo buscaba hacer, astrofotografía. Fue así como obtuve mi primer cámara (una Canon T3) y mi inicio en este apasionante arte. Comenzó como un hobby que luego se fue haciendo más fuerte y llegando mis imágenes a lugares impensados (páginas de ciencia, fotografía…).

Háblanos de tu estancia en la Antártida ¿Por qué fuiste allí? ¿cómo surgió la posibilidad de ir allí?

Mi estadía en la Antártida está relacionada con la meteorología. Cuando el Servicio Meteorológico Nacional abrió la convocatoria para hacer la Campaña Antártica 2017/2018 de inmediato pensé ¿por qué no? Así, fui pasando primero por una preseleccion, y después de varias pruebas (físicas y psicológicas) quedé seleccionada para ir a la Base Marambio. Si bien fui a la Antártida para trabajar en la meteorología, aproveche para sacarle todo el provecho a lo que también tanto me gusta hacer: Captar luz de las estrellas.

Firmamento “Firmamento”: “Fue una de las últimas noches despejadas y con oscuridad, porque a partir de octubre tuvimos solo luz de día. El punto más brillante, casi sobre el horizonte, es Venus; el otro es Júpiter. Sobre el paisaje de la Base Marambio se ve el domo, que sirve para proteger la antena satelital de Arsat.

Cuéntanos qué hacías allí ¿Tenías algún tipo de misión relacionada con tu trabajo y aprovechabas para hacer fotos?

Cuando no estaba trabajando en las condiciones atmosféricas de nuestro planeta Tierra, estaba captando los diferentes fenómenos que ocurrían, como por ejemplo las nubes estratosféricas polares, que nos avisaba que había destrucción de ozono; y, cuando se hacía de noche (a partir de marzo) comencé a captar la luz de las miles de estrellas que se dejaban ver gracias a la lejanía con el continente, es decir, a la poca contaminación lumínica.

¿Qué equipo utilizaste para las fotos de la Antártida? ¿Respondió bien al frío extremo? ¿Qué problemas tuviste en este sentido?

Utilicé dos cámaras, una Sony A7S y una Canon EOS 60D y varios trípodes. La primera para la noche y la segunda para el día. Ambas respondieron bien al frío. Lo que sí hay que tener en cuenta es que las baterías se gastan mucho más rápido a temperatura negativa (cuando llegamos una sensación térmica de menos 40 grados no duraban más de 30 minutos) por eso recomiendo llevar más de dos.

Torre De Control "Torre de control": La torre es el espacio en el que un controlador (desde octubre es una mujer) se ocupa de guiar los vuelos durante todo el año.

Antes de ir allí ya tenías experiencia en astrofotografía pero ¿tuviste que aprender cosas nuevas y específicas para hacer las fotos allí?

El estar en un ambiente extremo e inhóspito te lleva a pensar mucho más cada salida al exterior. Hay que saber con anticipación cuál va a ser la temperatura, el viento, la sensación térmica… Es decir, el tiempo de exposición en el exterior y, por supuesto, si va a estar despejado (tuvimos noches despejadas pero imposibles de salir al exterior por el viento que reinaba, unos 120 km/h). Por eso, y a pesar de mi experiencia en el continente, cada noche era un desafío. Sin olvidar el abrigo (guantes de primera piel más el otro guante, gorro, extremo frío o buzo, botas de cuero o impermeable para que no pase nieve ni agua en todo caso) que si no llevabas lo adecuado podía ser peligroso.

¿Crees que desde fuera se ve como una disciplina complicada y que necesita de un gran equipo?

Hacer paisaje astrofotográfico (captar luz de los astros pero también incluyendo un paisaje que forme parte del planeta Tierra) es un arte que lleva tiempo (aunque no es imposible) y como toda disciplina hay que tener paciencia y ser perseverante.

Contacto "Contacto” publicada en Earth Science Picture of the Day (EPOD)

¿Qué es lo más duro de vivir en la Antártida? ¿Volverías?

Pienso que lo más difícil de estar en la Antártida es el factor humano. Llegamos 43 personas desconocidas entre nosotros a compartir juntas todo un año. Hay que adaptarse a cada uno para convivir de la mejor manera. ¿Si volvería? Sííííí.

Imagino que tendrás anécdotas curiosas… ¿Qué es lo más raro que te ha pasado? ¿Y lo más emotivo?

A medida que pasa el año suceden situaciones que la hacen distintas. Como por ejemplo escuchar el silencio ensordecedor. Estar en medio de la nada misma fotografiando una región del cielo (por ejemplo la región del centro galáctico), y darse cuenta que el único sonido es el de tu propia respiración… También sentir la emoción de darse cuenta de estar viviendo el sueño que alguna vez había imaginado.

Full Moon “Full moon”: “El cielo se pintó entre la luna y las nubes. La luna llena, en composición con las nubes medias y altas, lograron ese color espectacular”. Abajo, los témpanos del mar de Weddell.

Sigues a algún fotógrafo del género ¿Cuáles son tus referentes?

Me gusta ver miradas de diferentes astrofotográfos como Juan Carlos Casado, Yuri Beletsky o Mark Gee (entre otros).

Además de la astrofotografía ¿practicas otros géneros fotográficos?

Siempre me gustó unir diferentes ciencias en una foto, como lo es la astronomía con la meteorología por ejemplo en un halo (lunar o solar), o fotografiar tormentas, aves, rocas (geología)...

Escorpion "Escorpión”: “Llegué a Marambio en noviembre y recién en marzo pude fotografiar un paisaje astronómico. La razón es que hasta ese momento no teníamos noches: Durante diciembre y enero tenemos luz del sol durante las 24 horas”. La foto es de un cielo nocturno.

¿Qué le dirías a un aficionado que quiere iniciarse en astrofotografía? ¿Se la recomendarías?

Pienso que iniciarse en la astrofotografía es un desafío de los más lindo. Con paciencia y mucha pasión se llega a resultados sorprendentes. Imaginar obtener una imagen de una zona del cielo es como tener en una mano una región del Universo.

¿Te gustaría contar algo más a los lectores de Xataka Foto?

Dejarse llevar por eso que tanto bien nos hace, ver más allá de lo convencional es lo que nos hace GIGANTES.

Isla “Isla Cockburn”: La foto fue hecha durante una noche soñada de junio, con temperaturas agradables, viento casi calmo y cielo despejado. Se ven Júpiter y Marte, dos galaxias vecinas (los dos manchones blancos arriba a la izquierda), la nube mayor y menor de Magallanes y el brazo galáctico. El mar de Weddell en su momento de máxima congelación y la isla Cockburn (al centro).

Pues muchas gracias Jorgelina por atendernos y contarnos tu apasionante historia. Estaremos atentos a tus fotografías.

Jorgelina Álvarez | Facebook | Instagram

Todas las fotografías de Jorgelina Álvarez reproducidas con permiso de la autora para este artículo

Foto de portada | 'Twin lácteo'. Las Águilas, como llaman a los pilotos y a los mecánicos del avión Twin Otter, sacaron la aeronave para que Jorgelina la fotografiara junto a las miles de estrellas que se dejaron ver esa noche. “Fue una noche hermosa. Hacían dos grados positivos, el viento estaba calmo y el cielo totalmente despejado”. Ese es el avión que se usa para volar por la Antártida.

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