Hasta el 19 de mayo estará abierta en Barcelona la exposición ‘Berenice Abbott. Retratos de la Modernidad’ dedicada a una figura clave en la historia de la fotografía. Una artista que pasó de ser ayudante de los ilustres Man Ray y Eugéne Atget a convertirse en una fotógrafa relevante por derecho propio.
La muestra, que tras pasar por la Ciudad Condal llegará a Madrid, propone (según la organización) “un exhaustivo recorrido por la trayectoria de esta fotógrafa estadounidense, cuyo corpus de trabajo se convierte en uno de los más cautivadores de la fotografía norteamericana de la primera mitad del siglo XX y actúa de puente entre los círculos culturales de vanguardia de París y de Nueva York de los años 1920 y 1930”.
Así, la exposición está realizada para mostrar cómo “la idea de modernidad invade todo el trabajo de Berenice Abbott, desde sus retratos de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento y sus asombrosas vistas de la ciudad de Nueva York, hasta sus fotografías de tema científico en las que retrata los resultados de diversos fenómenos y experimentos”.
Sea como fuere, la muestra recorre la trayectoria de Berenice Abbott a lo largo de casi doscientas imágenes que han sido agrupadas en tres secciones temáticas. ‘Retratos’, ‘Ciudades’ y ‘Ciencia’, vertebrando de manera general lo que fue su trayectoria artística. Además, se incluye también una pequeña muestra de la obra de Eugène Atget, con once fotografías que fueron positivadas por la propia Abbott en el año 1956.
Berenice Abbott (1898 – 1991)
Tal y como os contamos hace tiempo, esta fotógrafa nacida en Ohio y que estudió periodismo, se trasladó a París en 1921 y empezó a trabajar como ayudante en el estudio de Man Ray. Allí descubre en la fotografía su verdadera vocación y conoce también al otro nombre clave en su formación: Eugène Atget.
De hecho, Abbott fue clave en la valorización de la obra de Eugène Atget ya que, tras su muerte en 1927, compra todo su archivo personal y se dedica a promocionarlo con devoción y a alentar el coleccionismo de su obra en los Estados Unidos. Y eso que, un año antes de todo aquello, la fotógrafa se estableció de forma independiente destacando sobre todo por sus retratos de los intelectuales y artistas más vanguardistas del momento.
Tres años después, en 1929, regresa a Nueva York y se embarca en lo que sería su proyecto más importante: ‘Changing New York’. Un trabajo de documentación fotográfica (primero de forma independiente y luego bajo el amparo del Gobierno Federal) del fulgurante crecimiento de la ciudad de los rascacielos que llevó a cabo muy inspirada por el ejemplo del París de Atget, aunque con su propio estilo.
Aquellas imágenes fueron publicadas en 1939 logrando un gran reconocimiento para una autora que ya hacía tiempo había empezado a dar clases en la New School for Social Research, donde seguirá hasta 1958. Precisamente a finales de esa década comenzó otro de sus proyectos más destacados: La documentación fotográfica de fenómenos científicos, en colaboración con el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
De aquel trabajo salieron muchas imágenes que fueron profusamente usadas para ilustrar los libros de texto de Física. Por todo ello, en 1959 la asociación Professional Photographers of America situó a Berenice Abbott entre las diez primeras mujeres fotógrafas de los EE.UU.
‘Berenice Abbott. Retratos de la Modernidad’
Del 20 de febrero al 19 de mayo de 2019
Fundación Mapfre - Casa Garriga Nogués
Precio: 3 euros (gratis los lunes por la tarde)
Carrer de la Diputació, 250
08007 – Barcelona – España
Foto de portada | 'West Street' (1932) de Berenice Abbott. International Center of Photography, purchase with funds provided by the National Endowment for the Arts and the Lois and Bruce Zenkel Purchase Fund, 1983 (388.1983) © Getty Images/Berenice Abbott