Dentro de la sección "Behind the photos" de la revista TIME, en esta ocasión le ha tocado el turno a Stephen Shore, pionero de la fotografía en color. La foto que ha sido objeto de atención para el artículo, fue una que el fotógrafo tomó en blanco y negro a la edad de 12 años. Una toma que precisamente llamó mi atención en la exposición que tuvo lugar en Mapfre (Madrid) y que para mí reflejaba ya toda una declaración de intenciones sobre lo que sería la marca personal de este maestro.
Me llamaba la atención la narrativa de esta fotografía donde aparece un equipo juvenil de fútbol en el momento que es retratado por el fotógrafo oficial. En la toma sale parte de ese equipo pero también el fotógrafo además de la sombra de Stephen Shore que estaba situado justo delante de todos ellos, y que podemos diferenciar del resto de sombras porque aparece en posición de estar sujetando una cámara.
Lo interesante de esta toma viene dado por el hecho de que mientras otros se habrían puesto a la misma altura que el fotógrafo oficial (que no era otro sino el director de la escuela donde Shore estaba internado) para sacar la fotografía de los jóvenes futbolistas, Stephen prefirió retrasar su paso para ofrecernos una imagen totalmente diferente del momento. Es algo que podemos ver en algún ejemplo más a lo largo de su carrera pero que también podemos observar en otros fotógrafos como Winogrand o incluso en nosotros mismos, ¿quién no ha tomado fotografías de gente fotografiando a otras personas?
Según narra el propio Shore para TIME, muy pronto se empezó a interesar por la fotografía, concretamente en un primer momento en la técnica del revelado en el cuarto oscuro gracias a que revelaba los negativos de su familia con un kit de Kodak que le había regalado su tío a la edad de seis años porque, como cuenta, "era un poco nerd y estaba interesado en la química". Fue ya con nueve años cuando tuvo su primera cámara de 35mm.
Fue a la edad de 12 años cuando Shore tomó esta fotografía que pudo revelar en el momento gracias a que tenía acceso al cuarto oscuro del internado, debido a que el director conocía su afición y le dejaba entrar allí. Como cuenta, es una imagen autorreferencial ya que le interesaba retratar su propia sombra como testigo de la toma fotográfica, aquí el fotógrafo no aparece de forma invisible, sino que su presencia es igual de importante junto a todos los demás elementos que componen la escena. Como decíamos al principio, toda una declaración de intenciones de uno de los fotógrafos, posiblemente, que más ha teorizado sobre la imagen fotográfica en la historia de esta disciplina.
Más información TIME