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Todo lo que siempre quisiste saber sobre vídeo: comparativa y conclusiones (parte 5)

Todo lo que siempre quisiste saber sobre vídeo: comparativa y conclusiones (parte 5)

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Todo lo que siempre quisiste saber sobre vídeo: comparativa y conclusiones (parte 5)

Tras haber diseccionado las diferencias entre videocámaras profesionales y cámaras DSLR pasando por elementos técnicos así como la ergonomía, es la hora de poner todo lo visto en el terreno y ver en qué se traduce todo ello cuando realizamos un producto audiovisual, sea de tipo narrativo o productos generalmente más rentables como bodas o entrevistas.

Como llevo indicando desde un principio, vamos a comparar dos cámaras muy diferentes: por un lado la Canon C100, una cámara que está en el escalón más bajo de las cámaras de vídeo profesionales. Por otro lado la D800e, que lejos de ser de lo mejor en vídeo, sí ha sido empleada en algunas producciones y se ha intentado vender como solución profesional para vídeo.

Características técnicas de vídeo: C100 vs D800e

Echemos primero un pequeño repaso a las especificaciones técnicas, ya que es lo primero a lo que solemos prestarle atención cuando una cámara se anuncia, y lo que hace que se conviertan en trending topics de nuestro sector:

Canon C100 Nikon D800e
Tamaño de sensor Super 35 Full Frame
Tipo de sensor CMOS 4K CMOS 36 MP
Resolución Full HD Full HD
Fotogramas por segundo 24/25/30p, 50/60i 24/25/30p en Full HD, 50/60p a 720p
Códec AVCHD a 24Mbps h.264 AVC a 24Mbps
ISO 320-80.000 (ISO nativo: 850) 100-6.400 (ISO nativo: 100)

Como vemos, salvo por el ISO y el sensor, las diferencias son prácticamente nulas. Nada a destacar por parte de la C100 respecto a la D800e aquí. Aún podría salir peor parada si frente a ella pusiéramos algunas de las cámaras que hemos probado, como la Sony A7s, donde también en ISO y en el códec saldría perdiendo, o la Panasonic GH4, que perdería por tamaño de sensor e ISO, pero ganaría en la muy mediática resolución gracias a su 4K integrado.

Como he indicado anteriormente, por desgracia existen factores de las especificaciones que no forman parte de las mismas cuando las cámaras se anuncian. El ejemplo más claro es el escalado del sensor que explicamos en otra entrega. Con fines informativos vamos a exponer en otra tabla como lo hacen la C100, la D800 y también las CSC hoy mejor valoradas para vídeo, las Panasonic GH4 y Sony A7s.

Lectura completa Tipo de escalado
Canon C100 4 píxeles a 1
Nikon D800e No Salto de líneas
Panasonic GH4 No, recorte Ninguno (4K)
Sony A7s Desconocido

Como vemos cada cámara tiene ciertas diferencias. En el caso de la A7s, resulta bastante interesante ver que es la única que lee el sensor completo (si dejamos de lado que el vídeo no tiene el mismo formato que la foto, por lo que nunca es del todo completo) junto a la C100 de Canon. La Panasonic GH4 toma una vía simple para el 4K, y es que hace una lectura completa solo de la parte del sensor necesaria, aplicando un recorte mayor al habitual en formato M43. Se queda en 2.3x respecto a Full Frame, y de esta manera no emplea ningún tipo de escalado. Recordemos que aunque suele decirse que Super35 es igual que APS-C, lo cierto es que su factor es de 1.4x.

La D800e, como hacen realmente todas las DSLR, toma el viejo camino del salto de líneas, que históricamente ha sido el que más problemas ha dado. Es el mismo tipo de escalado que realiza la 5D Mark III, que fue vendida hasta la saciedad como cámara profesional de vídeo.

Yendo al grano: la comparativa en vídeo

Lejos de ser infinitamente superior en calidad de imagen, la C100 es ganadora como podía intuirse: mayor rango dinámico (12 pasos desde ISO 850 hasta ISO 20.000), un funcionamiento brutal a ISOs alto, buena ergonomía, muy buenos controles y todas las funciones necesarias para operarla adecuadamente. No obstante, se aprecia como en algunos casos la compresión del códec no puede con escenas complejas donde la D800e hace un mejor trabajo.

Lo importante no obstante es que con la C100 podemos maximizar las capacidades de la cámara. Guarda mucha información de luminancia pese a su códec, y cuando tenemos que recuperar en post, se muestra más capaz que la D800e. Hay que tener en cuenta que en esta comparativa he empleado el C-Log sin ninguna modificación, pese a que tengo algunos presets guardados para distintas situaciones, que es como a estas cámaras se les puede sacar aún más rendimiento.

De lo que no cabe duda es que con un Atomos Ninja la C100 vería su imagen muy mejorada, de ello hay pruebas en la red que os recomiendo ver. El códec se encuentra muy por debajo de las capacidades de su sensor, lo cual es una verdadera pena, pero Canon protege mucho a la C300, su particular gallina de los huevos de oro en el sector del vídeo profesional. Aún así, en Youtube la diferencia habría sido casi nula, salvo en ampliaciones.

Toda herramienta es buena, pero algunas son mejores

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Comparando material de cámara, sumada la compresión de Internet, la diferencia en calidad de imagen es obviable

A veces nos volvemos locos con la calidad de imagen de las cámaras. Yo no soy ajeno a ello, ni mucho menos, aunque si debo decir que la facilidad de uso se ha convertido en una absoluta prioridad. Habiendo empezado a practicar con DVCAM y XDCAM cuando estaba estudiando, para luego emplear la GH2 de Panasonic, conocí los dolores de cabeza que tanto la complejidad, como el exceso de simpleza provocan.

Llega un momento en el que empiezas a hacer tus archivos públicos, o se los entregas a los clientes. Recuerdo grabar con la Panasonic GH2 hackeada con un códec de 100Mbps. En etalonaje, algo se agradecía, y además muchas inconsistencias en la imagen desaparecían. El problema es que cuando luego se lo entregabas a los clientes, o lo subías a la red, todo esto desaparecía.

Uno de los graves problemas a día de hoy es la compresión en la web. Salvo que trabajes para grandes clientes o sean trabajos a entregar en Blu-Ray, rara vez vas a mostrar el material en su plenitud. La mayoría de personas que empiezan, hacen sus primeros pinitos en la red, y ahí ni Youtube ni Vimeo son la panacea, su compresión destroza mucho el material, acortando las distancias entre cámaras que de por sí, ya están muy cerca en cuanto a calidad.

Por todo esto, volverse locos en cuanto a calidad de imagen lo considero hoy poco relevante. Solo hay dos factores que, a título personal, realmente me importan de la calidad de imagen en vídeo: ISO y rango dinámico. Esto sí se nota en cualquier medio, especialmente lo segundo. Por lo demás, mi consejo es que cojas aquello que te sea cómodo, que tenga todo cuanto necesites, que te haga la vida fácil. Como en fotografía, ten una cámara cuyo resultado puedas predecir, gracias a herramientas que te ayuden a ello. Recordad: el vídeo no es RAW, y tenemos que ser mucho más finos si cabe.

En definitiva, tened siempre en cuenta el medio donde con el que vais a publicar vuestro material. La compresión o la resolución pueden resultar características totalmente obviables en muchas ocasiones, por desgracia.

Conclusiones

Lanparte Pro Kit
Un kit parecido al que usaba con la Panasonic GH2.

Las DSLR o las CSC de hoy en día son buenas cámaras para vídeo. Son perfectas para un primer acercamiento, y gracias a ellas, el vídeo se ha democratizado. De hecho, si no fuera por la 5D Mark II, quizás nunca habría entrado en el sector.

Existen personas con una tremenda capacidad creativa que con cualquier herramienta hacen productos tremendos, y es habitual tanto en el vídeo como en la fotografía rebatir los argumentos basados en pura técnica con argumentos creativos. Yo siempre intento evitar esa clase de discusiones, y meterme en los argumentos técnicos y prácticos.

Si vamos a cámaras de fotos con funciones de vídeo, las CSC están claramente por delante, especialmente dos: la Panasonic GH4 y la Sony A7s. No obstante, tienen una serie de desventajas que voy a resumir en los siguientes puntos:

  • Ergonomía nada funcional
  • Controles específicos para vídeo escondidos en menús
  • Carencia de monitor en forma de ondas
  • Baterías muy limitadas
  • Carencia de filtros ND incorporados
  • Tamaño de sensor no ideal (especialmente GH4)
  • Para solo resolver el primer y el tercer punto, debemos aumentar nuestro desembolso, y creedme, a poco que os toméis en serio el vídeo, vais a hacerlo. Yo aún recuerdo empezar con la Panasonic GH2, que por solo 700 € era una gran cámara. Pero pronto el desembolso creció, y creció. No os cuento lo fácil que es pasar de los 2.300 euros de la Sony A7s a los 4.500 euros de la Canon C100 Mark II con solo añadir un soporte de hombro de calidad y un monitor que cuente con función de monitor en forma de ondas.

    Y aún así, sigue habiendo diferencias. La Panasonic tiene un sensor pequeño, con un funcionamiento a ISO alto muy limitado. La Sony A7s tiene bastantes problemas en Full Frame con el rolling shutter como comentó nuestro compañero en la prueba de su modo de vídeo. Aparte, con las videocámaras profesionales tenemos muchas más opciones para sacarle el mayor partido a cada plano, configurando los perfiles de color (pedestal, knee, etc).

    Fijaos que de todos los problemas que resalto de las CSC de vídeo, solo uno de ellos es de concepto: su ergonomía. El resto se pueden resolver, y es lo que debe ocurrir en un futuro para que su competitividad aumente.

    ¿Vale la pena el desembolso en vídeo profesional?

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    Nuestra economía debe acercarse a la de este personaje y ni así llegaremos a ser la mitad que Scorsese

    Como siempre hay que matizar. Si somos profesionales del vídeo, sin duda alguna, sí. Y es que esa pequeña porción de productor que todos llevamos dentro nos dice que el tiempo es oro. Y cuando el tiempo es oro, una cámara fácil de usar es muy bienvenida.

    Una recomendación que siempre hago, es que tengamos en cuenta todos los accesorios que nos harán falta para grabar situaciones complejas, donde la luz cambie constantemente, donde tenemos que cambiar de soportes rápidamente. Nos enfrentamos a estas situaciones con asiduidad. También el tiempo que se tarda en montar y desmontar la cámara de un soporte de hombro para pasarla a trípode, o el coste de un trípode y una rótula que te soporten el conjunto.

    Cuando sumamos todas las cosas que necesitamos, vemos que muchas de las que con una CSC o una DSLR son muy necesarias, con cámaras de vídeo profesional nos las podemos ahorrar. A eso, sumamos el ahorro en tiempo, por ejemplo también cambiando filtros, que puede suponer en ciertas situaciones la diferencia entre obtener un plano, o perderlo. En todo caso, hay que tener en cuenta que ser un profesional autosuficiente en vídeo es muy caro, mucho más aún que en fotografía.

    No obstante, si nuestros productos van a ser puramente narrativos y con luz controlada, o se trata de productos complementarios a un trabajo fotográfico, ahí una Panasonic GH4 o una Sony A7s son grandes opciones. Si el resto del material lo alquilamos, puede salir más barato, y dar resultados incluso mejores. Si además nos dedicamos a la fotografía, aún más motivos para confiar en estas cámaras. De lo contrario, puede ser mejor opción una Blackmagic, y tirar cine a lo grande.

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