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Auschwitz y la insoportable levedad de las redes sociales

Auschwitz y la insoportable levedad de las redes sociales
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La cosa viene de lejos, porque ya hace tiempo que surgieron casos como el de la chica que se hacía sonrientes selfies en Auschwitz, seguramente el campo de concentración nazi más famoso. Pero ahora ha vuelto a ponerse de actualidad porque la propia institución (que dirige lo que ahora es un museo) ha pedido a los visitantes que no se hagan fotos haciendo equilibrios sobre las vías del tren que conducía a los prisioneros hacia el horror y las compartan en redes sociales.

Su mensaje, difundido por Twitter, se acompaña de varias imágenes de muestra y dice lo siguiente:

Recuerda que estás en el sitio donde más de un millón de personas murieron. Respeta su memoria. Hay mejores lugares para aprender a caminar sobre una barra de equilibrio que en el sitio que simboliza la deportación de cientos de miles de personas a su muerte”.

Según cuentan en Business Insider, el responsable de prensa del museo ha comentado que no tenían intención de avergonzar a nadie sino de crear conciencia. “La gente debe ser consciente de la naturaleza del lugar que visita”.

Valle Caidos Foto de Neticola

La verdad, nunca he estado en Auschwitz ni en ningún campo de concentración, pero desde luego nunca se me ocurriría ponerme a hacer fotos graciosas (algo que por otro lado soy poco dado a hacer). Supongo que lo más cerca que he estado de un sitio así es cuando he visitado el Valle de los Caídos (tan de actualidad últimamente). Allí están enterradas muchas personas muertas durante la Guerra Civil, y desde luego siempre me ha parecido que el sitio merecía un respeto absoluto y nunca se me hubiera ocurrido ponerme a hacer el tonto para hacerme una foto.

Pero igual que los humanos somos capaces de los mayores horrores (y Auschwitz es uno de los mejores ejemplos), también lo somos de la mayor estupidez y me parece que las redes sociales lo están multiplicando. El postureo y la tontería están a la orden del día en sitios como Twitter, Facebook y, a mi pesar, en Instagram, que se ha convertido en algo que, desde mi punto de vista, no tiene nada que ver con la idea que se creó.

O al menos con la idea que tenía cuando yo mismo creé mi cuenta hace ya tiempo, pensando en compartir algunas de mis fotos. Ahora, aunque pueda seguir siendo una buena herramienta de promoción para los fotógrafos, me parece que Instagram se está convirtiendo en un cachondeo, si se me permite la expresión.

Instagram Foto de Gian Cescon

Esta idea, por cierto, la he tenido en la cabeza desde hace algunas semanas cuando, viajando en el transporte público, me fijé en una chica que se entretenía viendo cosas en su smartphone, ya sabéis, memes, vídeos graciosos y demás. “Estará viendo el Facebook o el WhatssApp”, pensé yo. Pero no, era Instagram. Al percatarme, confieso que pensé "¿Y dónde están las fotos? ¿Esto no era una red social de fotografía?"

Pues no, parece que ya no, al menos para mucha gente que, según mi impresión, está dejando Facebook y pasándose a Instagram como medio de ver, siento decirlo así pero es como lo veo, simplemente chorradas.

Foto de portada | Fabrizio Sciami

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