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Detrás del chasis de la nueva Leica T, ¿está solo el marketing o hay algo más?

Detrás del chasis de la nueva Leica T, ¿está solo el marketing o hay algo más?
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El marketing es una herramienta de venta muy poderosa. Las empresas lo utilizan constantemente para conseguir que sus productos nos resulten atractivos, y es normal que lo hagan. Su solvencia depende de ello. Pero, como todos sabemos, la imagen que nos ofrecen no siempre refleja fielmente lo que realmente se esconde detrás de un producto.

Antes de seguir adelante me parece importante adelantaros que no tengo una Leica. De hecho, nadie tiene una de sus cámaras en mi círculo de apasionados por la fotografía. Es más, ni siquiera tengo a esta marca un cariño especial, más allá del respeto que le profeso como el fabricante veterano que es, en la misma medida que a Canon, Nikon o Hasselblad, entre otras compañías. Aún puedo ir más lejos. La nueva Leica T, la cámara a la que estoy dedicando este post, no es «Santo de mi devoción». Tiene cualidades que me gustan, y carencias importantes por las que no me la compraría, pero el objetivo de esta entrada no es discutir esto. El auténtico protagonista de este post es su chasis. Veamos si realmente aporta algo.

Un componente al límite de lo obsesivo

El chasis de la Leica T es peculiar. Y lo es porque se mecaniza a partir de un bloque macizo de aluminio, como os contamos hace varias semanas. Esta característica podría esconder simplemente un argumento «esotérico» de venta que, en manos de un avispado del marketing, podría ayudar a colocar la cámara en el mercado. Pero, aunque esta cámara no me interese especialmente en lo personal, debo ser honesto y reconocer que no es así. Ante todo me gusta el trabajo bien hecho, y el chasis de esta cámara me parece una pequeña obra de arte.

Leica T

Más allá de su belleza estética, que puede ser discutible, un chasis mecanizado de una sola pieza de metal ofrece ventajas claras en un escenario de uso real. Quizás la más evidente de todas ellas es la presencia de un número inferior de puntos de sellado. Como el cuerpo tiene menos juntas que la mayor parte de los chasis convencionales, es menos sensible a los efectos perjudiciales del polvo y los líquidos. Por supuesto, sigue teniendo zonas delicadas, como los botones, los diales y las tapas habituales en el cuerpo de una cámara, que es necesario precintar correctamente, y que imagino que en Leica habrán protegido adecuadamente.

En cualquier caso, las cualidades más importantes del chasis de la Leica T son su rigidez y resistencia a la torsión y los impactos, claramente mayores no solo que las que nos ofrecen los cuerpos de plástico, sino también las de otros materiales de calidad, como la aleación de magnesio. A este fin contribuyen tanto el material utilizado, el aluminio, que, además, es de un grosor considerable, como la presencia de menos juntas.

Y, ahora, las desventajas

La fabricación de un chasis como este es compleja. Para mecanizarlo es necesario contar con al menos una máquina de corte por control numérico computerizado (CNC), que cuesta una auténtica fortuna. Además, el número de horas invertido no ya en la fabricación de la cámara, sino solo en la puesta a punto del chasis, es tremendo. Las primeras filtraciones aseguraban que Leica tardaba 50 horas en terminar cada recinto. Y todo esto repercute claramente en el precio de la cámara, como es evidente.

Leica T

El cuerpo de la Leica T cuesta 1.500 euros, que, visto lo visto, no me parece en absoluto exagerado, aunque tampoco es una ganga. Otra cosa es que, al final, si nos hacemos con dos o tres buenos objetivos (yo me decantaría por un par de ellos con focal fija y otro con zoom), el gasto se dispare. Y es que las ópticas que ha presentado Leica hasta ahora para esta cámara tienen un precio similar al del propio cuerpo, por lo que si nos hacemos con dos o tres y compramos el visor electrónico opcional (que a mí me parece imprescindible) nos plantamos tranquilamente en la frontera de los 6.000 euros.

Estas son mis impresiones, sinceramente. No sé qué pensaréis acerca de esta cámara, pero a mí, con total honestidad, me parece que su chasis roza, y perdonad que utilice esta expresión, pero creo que describe con claridad lo que pienso, lo «orgásmico». Si tenéis curiosidad y 45 minutos libres, no os perdáis el vídeo que he publicado en este post. No precisa comentario alguno.

Vídeo | Vimeo
Más información | Leica
En Xataka Foto | Las primeras fotos filtradas del chasis de la nueva CSC de Leica, la T 701, son impactantes

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