No es la primera vez que hablamos de este tema en Xataka Foto, pero la razón por la que me he animado a retomarlo, al margen de que, como es evidente, está de plena actualidad, es la preocupación que algunos de los fotógrafos profesionales que leéis este blog sentís ante la indiscutible popularización de la fotografía y el incremento del número de competidores.
Lo primero que me gustaría expresar es que comprendo este sentimiento. Estamos sumidos en un mundo en constante cambio, que, además, evoluciona a una velocidad que en ocasiones resulta difícil de asimilar. En estas circunstancias me parece de lo más humano que algunas personas sientan algún temor ante la que puede ser considerada una competencia a gran escala que hace muy poco no existía. Al menos, no con las dimensiones que tiene actualmente. Los comentarios, totalmente respetables, que algunos de vosotros nos habéis dejado en el blog no dejan lugar a dudas. Este recelo existe.
Sin embargo, estoy convencido de que las nuevas tecnologías en general, y los dispositivos móviles y las redes sociales en particular, no representan ninguna amenaza para los fotógrafos profesionales. En realidad, creo que se erigen como todo lo contrario: recursos que pueden ser aprovechados para prosperar y llegar a lugares impensables hace tan solo unos años.
Es bueno para la cultura fotográfica
La fotografía siempre ha contado con muchos aficionados, pero es evidente que en la actualidad la integración de cámaras en la mayor parte de los dispositivos que todos llevamos encima, como teléfonos móviles y reproductores de música portátil, ha provocado que muchas más personas se interesen por esta forma de expresión. En cualquier caso, no debemos perder de vista que la mayor parte de ellas se lo toman como una simple afición y no tienen más pretensiones que compartir sus instantáneas con sus familiares y amigos.
Sebastião Salgado ojeando su obra «Génesis»
Un beneficio muy claro de la repercusión social que está alcanzando la fotografía durante los últimos años no es otro que el desarrollo de la cultura asociada a la pasión que compartimos los editores y los lectores de este blog. El número de personas que asiste a exposiciones de fotografía, compra libros de esta temática, participa en concursos y sigue a los fotógrafos de referencia es cada vez mayor. Y esto es bueno. Muy bueno.
Conozco varias personas jóvenes que gracias a redes sociales como Instagram y servicios como Flickr han descubierto no solo que existe otra forma de tomar fotografías, sino también que este medio, si se utiliza correctamente, puede transformarse en una forma de expresión increíblemente valiosa. Ahora contemplan la fotografía desde una perspectiva mucho más seria, y han comenzado a interesarse por la obra de los fotógrafos profesionales a pesar de que ninguno de ellos se plantea, por el momento, transformar la fotografía en su profesión.
Aprovechemos las nuevas oportunidades
Todos los que nos tomamos la fotografía realmente en serio sabemos que para ser un fotógrafo profesional se requiere formación y dedicación. Y para ser de los mejores, además, hace falta una habilidad innata que no está al alcance de todo el mundo. Es exactamente lo mismo que sucede con otras formas de expresión artística.
Los fotógrafos profesionales tienen ahora la oportunidad de utilizar las redes sociales y los servicios de almacenamiento que nos ofrece Internet para mostrar su obra al mundo entero, algo que hace unos años era impensable. Incluso existen repositorios que nos permiten vender directamente nuestras fotografías con unas condiciones razonables. Estas oportunidades son fantásticas, y deben ser aprovechadas por los profesionales para afianzarse aún más en el mercado, tanto en el nacional, como, si lo desean, en el internacional.
Los mejores profesionales no solo saldrán adelante en este competitivo mercado, sino que, además, saldrán fortalecidos. No me cabe la menor duda. Pero para lograrlo es necesario no amedrentarse, seguir aprendiendo y encontrar la forma de sacar partido a las nuevas tecnologías. Si eres un fotógrafo profesional, desmárcate por la calidad de tus fotografías, defiéndela dándola a conocer, y te irá bien. Seguro.
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