Andre Kertesz y su frustración por no reconocerle su obra fotográfica en vida

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A cada fotógrafo, como a cada artista en general, se le reconoce por algún hecho en su trabajo o en su vida. Es una forma de hablar de él acotándolo a un hecho singular en su existencia. En el caso de Andre Kertesz se suele comentar que vivió buscando un reconocimiento profesional que no obtuvo, al menos antes de su muerte.

¿Los críticos estaban equivocados? ¿El público estaba equivocado? ¿No miraban su fotografía como la podemos observar ahora? ¿Como la podían admirar años después de que dejase este mundo? Sea lo que fuese, su obra ha calado en el público actual. De hecho hoy os hablo de él porque llegó a mis manos uno de esos típicos artículos de "las mejores fotografías que atienden a estar en el lugar adecuado en el momento preciso" o algo así, las cuales me recordaron a su trabajo.

Mucha de su fotografía tiene que ver con esa captación de instantes en los momentos precisos. También con las formas inventadas, retorcidas, aumentadas. Con las sombras colocadas en el lugar adecuado. Con las líneas de los escenarios perfectamente armónicas. Con la diferencia que existe entre alguien que coge la cámara para retratar recuerdos y él. Estamos hablando de fotografía en mayúsculas. Estamos hablando de arte.

Cada una de sus fotografías es totalmente intencionada. No hay recodos para el azar, aunque cómo nos explica en el vídeo, algunas veces le ayudó. Cuando el espectador observa su obra, queda transportado a otra dimensión. A la dimensión del todo ordenado. De cada elemento en su lugar. No hay peros. Su trabajo se disfruta y se siente como una meta a seguir en esta profesión o, en este hobby.

Yo escribo con luz

Esta frase de Andre Kertesz habla del trabajo de un fotógrafo. Escribir con luz. Con todo lo que ello conlleva. La poesía que esconde. La idea de creación. La importancia del autor sobre la cámara. Cuatro palabras que nos vienen a poner de manifiesto el papel del fotógrafo en la historia del arte.

Os recomiendo ver el vídeo donde concedió una entrevista pocos años antes de su muerte. Su biografía resumida en media hora a través de un recorrido por sus fotografías y sus historias contadas en primera persona. Una manera de acercarse a este autor que, a pesar de haber recibido numerosos premios, ser considerado el padre de fotoperiodismo y ser espejo en el cual se miraría Henri Cartier-Bresson, no se sintió reconocido por el público y la crítica. Al menos nos queda su obra y, nosotros, sí le reconocemos.

Fotógrafo | Andre Kertesz

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