Los usuarios a los que nos gustan las cámaras compactas avanzadas estamos de enhorabuena. Durante las últimas semanas han llegado a las tiendas las estupendas G7X de Canon y RX100 III de Sony, dos cámaras que ya hemos analizado en Xataka Foto. Y ahora acaba de aterrizar la Lumix LX100 de Panasonic, una propuesta que, como veremos en este análisis, tiene un marcado carácter propio, y se erige como una alternativa muy sólida a cualquiera de las compactas premium que podemos encontrar en el mercado actualmente.
Que Panasonic se haya animado a apostar por un sensor Cuatro Tercios en esta cámara es una gran noticia. Pero esta no es ni mucho menos la única característica reseñable de la LX100. También se desmarca por incorporar un visor electrónico fijo (no es retráctil como el de la RX100 III), un selector de la relación de aspecto, un anillo de enfoque manual y grabación de vídeo 4K, entre otras especificaciones. Como veis, es una cámara con «personalidad». Veámosla con todo detalle.
Panasonic LX100, review en vídeo
Principales especificaciones
Sensor | MOS Cuatro Tercios con 12,8 megapíxeles efectivos y filtro de color primario |
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Objetivo | Leica DC Vario-Summilux 10,9-34 mm (24-75 mm equivalentes en 35 mm en 4:3, 3:2, 16:9 y 28-88 mm equivalentes en 35 mm en 1:1) f/1.7-2.8 |
Estabilizador óptico | Power OIS |
Visor | Live View Finder de 0,38" (2.764.000 puntos) con una cobertura del 100% y un aumento de 0,7x (equivalente en 35 mm) |
Velocidad de obturación | De 60 a 1/4.000 s (obturador mecánico) y de 1 a 1/16.000 s (obturador electrónico) |
Formato de archivo fotografía | JPEG (DCF/Exif2.3) / RAW, DPOF |
Formato de archivo película | AVCHD y MP4 |
Grabación de vídeo | Calidad máxima 4K (3.840 x 2.160 puntos) a 25p (100 Mbps/MP4) y Full HD (1.920 x 1.080 puntos) a 50p (28 Mbps/AVCHD) |
Compensación de la exposición | 1/3 EV en pasos de +/-3 EV |
Sensibilidad ISO | 200 a 25.600 |
Conectividad WiFi | 802.11b/g/n |
Conectividad NFC | ISO/IEC 18092, NFC-F (modo pasivo) |
Monitor | LCD TFT de 3 pulgadas (921.000 puntos) con un campo de visión del 100% |
Soporte de grabación | Tarjetas SD, SDHC y SDXC (es compatible con tarjetas UHS-I UHS Speed Class 3) |
Autonomía | 350 imágenes (monitor) / 320 imágenes (visor) sin flash |
Dimensiones | 114,8 x 66,2 x 55 mm |
Peso | 393 g (con batería y tarjeta de memoria) |
Precio | 899 euros |
Construcción y ergonomía
Panasonic ha hecho un buen trabajo con la construcción de esta cámara. Su cuerpo metálico transmite una notable sensación de robustez, y tanto el propio chasis como los diales de control están impecablemente mecanizados, muy en la línea de la X-T1 de Fujifilm, una sin espejo cuya construcción también me dejó muy buen sabor de boca. La incorporación de un sensor Cuatro Tercios y un visor electrónico fijo en el interior de la LX100 ha provocado que su volumen sea algo mayor que el de otras compactas avanzadas, como la G7 X de Canon o la RX100 III de Sony, pero, en mi opinión, ese asumible incremento del tamaño compensa dada la presencia de un visor que, como veremos más adelante, tiene una estupenda calidad.
Al ser un poco más voluminosa que otras compactas avanzadas, la LX100 ofrece una mayor superficie de agarre, una característica que contribuye positivamente a su ergonomía. Además, los ingenieros de Panasonic han incluido un grip bastante pronunciado en el frontal de la máquina y un apoyo para el pulgar justo al lado del monitor LCD TFT, por lo que el agarre es muy estable y, a diferencia de otras compactas, permite tenerla en la mano sin que parezca que en cualquier momento se nos va a deslizar hacia el suelo.
En lo que concierne al diámetro de los diales y al tamaño de los botones no tengo nada que objetar. Los primeros ofrecen un tacto rugoso que permite manipularlos con comodidad, y los botones son lo suficientemente grandes para que incluso una persona con los dedos gruesos pueda presionarlos sin dificultad. Globalmente, la ergonomía de la LX100 me parece de notable alto, sobre todo dadas las limitaciones que suelen tener este tipo de cámaras en este escenario.
Sensor y objetivo
Vamos ahora con los dos elementos que sin duda constituyen el corazón de esta cámara. Como os adelanté al principio del post, la LX100 incorpora un sensor MOS Cuatro Tercios con una resolución efectiva de 12,8 megapíxeles (realmente es un captador casi idéntico al de 16 megapíxeles efectivos que podemos encontrar en el corazón de la Lumix GH4). Disponer de un sensor con este tamaño en una cámara compacta es muy interesante, y nos insinúa cuando menos que la sensibilidad va a permitirnos un margen de maniobra importante, algo que comprobaremos más adelante en el análisis. La razón por la que los algo más de 16 megapíxeles reales del sensor se quedan en esos 12,8 megapíxeles efectivos está relacionada con el selector de la relación de aspecto que incorpora esta cámara, pero esto lo veremos con más calma un poco más adelante.
Por otro lado, es evidente que Panasonic ha «pisado sobre seguro» con el objetivo de la LX100. Se trata de una óptica DC Vario-Summilux de Leica con una longitud focal de 10,9-34 mm (24-75 mm equivalentes en 35 mm en 4:3, 3:2, 16:9 y 28-88 mm equivalentes en 35 mm en 1:1) y una apertura máxima de f/1.7-2.8. Como podéis intuir, la distancia focal equivalente varía ligeramente en función de la relación de aspecto que seleccionemos. En cualquier caso, el margen de maniobra que tenemos, sin ser exagerado, no está mal, aunque su longitud focal máxima se puede quedar algo corta para algunos usuarios. Además, es un objetivo muy rápido que nos permite un control muy flexible de la profundidad de campo y el desenfoque de fondo (bokeh), y que, como veremos en el apartado en el que analizo su rendimiento, nos ofrece una calidad de imagen fantástica.
Visor, pantalla y conectividad
Aunque el sensor y el objetivo de esta cámara son capaces de atraer sin esfuerzo la mirada de los fotógrafos exigentes, me parece justo reconocer que el visor electrónico de la LX100 no se queda atrás. El hecho de que sea fijo y no retráctil, como el de la RX100 III de Sony, me gusta. Incluso aún aceptando que haya podido contribuir a incrementar un poco el volumen de la cámara. Su calidad de imagen es muy alta, y su nivel de detalle excelente gracias a su gran resolución (2.764.000 puntos). Pero lo que a mí más me ha llamado la atención es que su latencia, quizás el apartado en el que más se tienen que «poner las pilas» los fabricantes de cámaras sin espejo, es mínima. Si mi memoria no me falla, no iguala el rendimiento excepcional del visor electrónico de la X-T1 de Fujifilm, pero, desde luego, se acerca mucho, y, sobre todo, ofrece una experiencia muy positiva que sorprenderá a muchos detractores de los visores electrónicos.
El monitor LCD TFT también tiene mucha calidad, aunque, sinceramente, no me ha sorprendido ni mucho menos como lo ha hecho el visor electrónico de esta cámara. Su resolución no está nada mal (921.000 puntos), restituye los colores con una precisión muy aceptable y su brillo permite usarlo con bastante comodidad incluso en entornos con mucha luz ambiental.
Cambiando de tercio, la conectividad de la LX100 es equiparable a la que nos están ofreciendo las últimas cámaras que han llegado al mercado. Incorpora WiFi y NFC, por lo que si queremos controlarla desde nuestro teléfono móvil o tableta solo tenemos que instalar en este último dispositivo la aplicación Image App de Panasonic. Y listo. La negociación de la conexión si tenemos un móvil con NFC es prácticamente automática, y, además, esta aplicación pone en nuestras manos un margen de control de los parámetros de exposición mayor que el de otras cámaras de la competencia.
Panasonic LX100: experiencia de uso
Esta cámara es decididamente una propuesta para profesionales (quizás como segundo o tercer «cuerpo») y usuarios avanzados, y las sensaciones que desprende responden exactamente a esta filosofía. Si queremos disparar con un control completamente manual, podemos hacerlo. Una compacta premium no se puede permitir no contemplar esta opción. Y, si por la razón que sea, necesitamos pasar a automático rápidamente, solo tenemos que presionar el botón iA alojado junto a los diales de selección de la velocidad de obturación y compensación de la exposición.
Por otra parte, el anillo de enfoque manual se agradece mucho. El rendimiento del enfoque automático de esta cámara es muy bueno incluso en entornos con poca luminosidad, pero en aquellas circunstancias en las que preferimos optar por el enfoque manual para hilar fino, el anillo de enfoque y el asistente que nos permite aumentar el tamaño de la zona de enfoque crítica hasta 10 veces funcionan a las mil maravillas. Es un sistema rápido y preciso, así que no tengo nada que objetar.
Una de las características más sorprendentes de esta cámara es la presencia de un selector físico de la relación de aspecto, que a la hora de grabar vídeo puede venirnos muy bien, pero que al principio me descolocó un poco para tomar fotografías. En cualquier caso, la relación 16:9 es la que nos ofrece el formato con el mayor angular, y lo cierto es que acabé pensando que este selector (lo podéis ver en la imagen que tenéis justo debajo de estas líneas), es una gran idea no solo para grabar vídeo con esta cámara, sino también para aquellos usuarios que suelen disfrutar sus fotografías en la pantalla de su televisor.
Precisamente, en el apartado de la grabación de vídeo la LX100 «sigue la estela» de la Lumix GH4 que tan buenas sensaciones nos causó en nuestra prueba de vídeo. Esta compacta nos permite grabar con una calidad máxima de 4K/UHD (3.840 x 2.160 puntos) a 25p (100 Mbps/MP4) y en Full HD (1.920 x 1.080 puntos) a 50p (28 Mbps/AVCHD), por lo que su flexibilidad es total. En este escenario tanto su sensor como su objetivo rinden a las mil maravillas, ofreciéndonos imágenes bien contrastadas, con una elevada definición y un colorido natural. Eso sí, si tenéis una tele UHD y vais a usar este modo de grabación, abasteceos bien de tarjetas de almacenamiento, porque el vídeo 4K/UHD devora las tarjetas que da gusto.
Antes de concluir este apartado, dos apuntes más. La LX100 incorpora un botón dedicado a los filtros creativos que, aunque a mí no me interesa especialmente, puede gustar a algunos usuarios. Y también pone a nuestra disposición un obturador electrónico silencioso que supera el tiempo de exposición del obturador mecánico hasta alcanzar unos muy interesantes 1/16.000 s. Gracias a él podemos recurrir a un bokeh pronunciado incluso aunque haya mucha luz ambiental sin necesidad de utilizar un filtro de densidad neutra.
Calidad de imagen
Y, por fin, llegamos al apartado que más ganas tenía de afrontar. La LX100 nos ofrece una calidad de imagen global de primera división. Aunque su resolución no es de las más altas (algo que a mí no me molesta en absoluto porque prefiero contar con fotodiodos más grandes), su nivel de detalle es estupendo y está a la altura del que nos ofrecen las dos compactas avanzadas de Canon y Sony que he mencionado al principio del post, y que hemos analizado recientemente en Xataka Foto. Eso sí, es importante que tengáis en cuenta que las fotos que ilustran el post están en JPEG, y lo cierto es que el procesado automático que realiza la LX100 con este formato de salida me parece «con poca vida».
Esto explica que estas imágenes no luzcan como debieran, aunque eso sí, si optamos por disparar en RAW, una opción que aconsejo encarecidamente, descubriremos el enorme potencial que tiene esta cámara, sobre todo debido a su amplio rango dinámico. En mi opinión, se acerca mucho al que nos ofrecen las mejores cámaras con óptica intercambiable, algo que merece ser tenido muy en cuenta.
Gracias a su abertura máxima (f/1.7), el objetivo de Leica que incorpora la LX100 nos permite desenfocar el fondo con una flexibilidad enorme. Si la luz del entorno es muy elevada, la cámara activará automáticamente el obturador electrónico para utilizar un tiempo de exposición reducido, y, de esta manera, evitará que la imagen salga quemada. En cualquier caso, siempre es preferible subexponer porque, si disparamos en RAW, durante la edición podremos extraer mucha información de las zonas en sombra, que dejarán de estar «empastadas» antes de forzar las altas luces.
Y vamos ahora con el siempre peliagudo tema del ruido. Como podéis ver en la tabla de especificaciones, la sensibilidad ISO de la LX100 oscila entre 200 y 25.600 (aunque puede bajar a 100 ISO ampliado). Y, como esperaba, se comporta realmente bien incluso en circunstancias peliagudas. La fotografía que tenéis justo encima de estas líneas está tomada con el enfoque automático, y la verdad es que la cámara se portó estupendamente a pesar de que la única luz procedía de una pequeña vela colocada a unos 30 cm de la base de la figura. Pero si queréis comprobar cómo se porta al forzar el valor ISO, echad un vistazo a las imágenes que tenéis a continuación.
Como podéis ver, entre 3.200 y 6.400 ISO hay una diferencia claramente apreciable. Aunque con este último valor el ruido ya hace acto de presencia, no estropea la fotografía. Lo más curioso es que, a diferencia de otras cámaras, hasta 12.800 el ruido permanece bajo control, de hecho, es solo ligeramente más acusado a este valor que a 6.400 ISO. Sin embargo, por encima de 12.800 ISO la cosa cambia. El ruido se incrementa claramente y la imagen pierde mucha información, por lo que yo no optaría por este último valor salvo que las circunstancias de exposición no me dejasen otra opción.
Panasonic LX100, la opinión de Xataka Foto
Como habréis comprobado si habéis leído todo el post hasta llegar a estas conclusiones, la Lumix LX100 me ha gustado mucho. Me quedo con muchas de sus cualidades, pero sin duda globalmente me ha encantado esa sensación de cámara semiprofesional, o incluso profesional, que transmite en cuanto te pones a «cacharrear» con ella. La calidad de su sensor y su objetivo está fuera de toda duda, y pone a nuestra disposición una flexibilidad estupenda, tan solo empañada ligeramente por la limitada distancia focal máxima de la óptica de Leica. Además, su valor añadido aumenta ante la posibilidad de grabar vídeo 4K/UHD.
En cualquier caso, aunque mi opinión global acerca de esta cámara es muy buena, es evidente que no es perfecta. Como acabo de decir, su longitud focal máxima es limitada, y sus ficheros JPEG me han dejado un sabor agridulce porque tienen «muy poca vida» si los comparo con los que generan otras opciones de la competencia. Aun así, estas dos limitaciones solo matizan mi valoración global de esta cámara, que, sin duda, es muy positiva. En mi opinión, actualmente es una de las cinco mejores compactas avanzadas del mercado, y tengo en cuenta que durante las últimas semanas he tenido ocasión de probar varios «pesos pesados» de este segmento.
La nota de la Panasonic LX100 en Xataka Foto
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A favor
- Sensor y objetivo de gran calidad
- Construcción y ergonomía cuidadas
- Elevada calidad de imagen global
- Se desenvuelve bien con el vídeo 4K/UHD
En contra
- Su distancia focal máxima es limitada
- Genera ficheros JPEG algo «apagados»
- Su volumen es mayor que el de otras compactas avanzadas
- Su precio, 899 euros, define una barrera importante frente a las compactas tradicionales
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Panasonic España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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