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Cinco razones por las que reivindicar el formato cuadrado en fotografía

Cinco razones por las que reivindicar el formato cuadrado en fotografía

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Cinco razones por las que reivindicar el formato cuadrado en fotografía

Es uno de los formatos que muchas veces dan por muerto pero que siempre recupera su lugar una y otra vez. En los últimos años Instagram lo ha vuelto a poner de moda. El formato cuadrado, la proporción 1:1 es un clásico que nunca muere que todos deberíamos probar alguna vez.

El formato cuadrado es una de las primeras proporciones de la historia de la fotografía. La primera cámara popular, la cámara para todos, la Kodak Brownie daba imágenes circulares sobre un papel cuadrado.

La luz, cuando pasa a través del estenotopo, o del objetivo, se proyecta circularmente sobre la superficie sensible. Y al principio aprovecharon hasta el último resquicio de luz, como podemos ver en las fotografías del fotógrafo de la felicidad, Henri Lartigue.

Cuadradaii Una de las primeras fotos de la Brownie

El problema era la pobre definición en los bordes y por eso decidieron hacer una máscara en la cámara para eliminarlos y reducir el problema en las esquinas. Y desde entonces este formato pasó a ser considerado un clásico.

Las cinco ventajas del formato cuadrado

En primer lugar este formato, en el que el ancho y el alto es exactamente igual, tiene un juego compositivo tremendo. Parece una obviedad pero simplifica el trabajo (ojo, no lo hace más sencillo). Ya no tenemos que pensar en vertical u horizontal. Solo hay una forma de mirarlo y de utilizar la cámara.

Hay que recordar que Robert Doisneau, por ejemplo, era muy amigo de este formato por su versatilidad. Si le pedían una portada solo tenía que recortar el ancho y tenía una vertical perfecta. Si la foto era para interiores podía colocar los marginadores de la ampliadora para ajustar el fotograma para cortar y entregar una foto horizontal. Es muy fácil de adaptar, lo que sería su segunda ventaja.

Cuadradaiv @ferfoto.es

Pero si no tenemos necesidad de recortar este formato nos ayuda, y mucho, a pensar la composición. Es más difícil dejar espacios vacíos a la hora de ordenar los elementos de la escena. Nos permite dar más importancia a los elementos que forman parte de la escena porque no hay una línea que destaque más que otra. Es la tercera ventaja.

También dicen que al ser la proporción que mejor se adapta al círculo está cerca de la armonía absoluta, pero es algo que preferimos dejar a los que creen en la proporción áurea y demás historias.

También dicen que al ser la proporción que mejor se adapta al círculo está cerca de la armonía absoluta, pero es algo que preferimos dejar a los que creen en la proporción áurea y demás historias. Podría ser la cuarta.

A la hora de desarrollar un proyecto, el formato es una de las cosas que debemos tener en cuenta antes de empezar a trabajar. Y apostar por el formato cuadrado es un acierto para lograr un aspecto que desconcierte.

Estamos cada vez más acostumbrados a la horizontalidad (televisiones, pantallas, proyectores) y el formato cuadrado ha quedado obsoleto, incluso como dirán algunos vintage. Al cuadrar la imagen centraremos la atención del espectador. Y esta es la quinta.

Cómo hacer un formato cuadrado

Hoy en día podemos comprar cámaras de formato medio con dicha proporción pero seguramente se escaparan de nuestro presupuesto. Aunque siempre podemos mirar en el mercado de segunda mano.

Otra posibilidad es apostar por las cámaras Micro Cuatro Tercios, cuya proporción es 4:3, el formato popular más cercano al 1:1. Más cuadrado y ajustado y con muchas de sus ventajas... O configurar la cámara para que recorte el disparo en este formato...

Cuadradaiii @ferfoto.es

Y lo más fácil, lo que recomiendo y aplico día tras día es recortar en el ordenador. Pensar en cuadrado, disparar olvidándose de los espacios vacíos y luego acudir a Lightroom, Capture One o Photoshop.

Puede que a los más puristas les escandalice esta forma de trabajar, pero es otra forma de conseguirlo. Así tenemos la oportunidad de reencuadrar en el laboratorio digital, un lugar donde muchos deciden terminar la fotografía.

Esta forma de trabajar da mucha más libertad al fotógrafo. Tiene una segunda oportunidad de mejorar sus disparos. Y con el simple gesto de acudir a la herramienta Recortar puede simplificar y dirigir la mirada del espectador hacia lo que realmente quiere enseñar. ¿Lo habéis probado alguna vez? ¿Os gusta el formato cuadrado? ¿O lo dejáis para Instagram?

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