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Huye, si puedes, de los lugares pintorescos

Huye, si puedes, de los lugares pintorescos

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Huye, si puedes, de los lugares pintorescos

Los fotógrafos parece que estamos condenados a ir a los lugares más bonitos de la tierra para plasmarlos con nuestras cámaras. Es lo que se ve, mayoritariamente, en las redes sociales. Incluso se comparten los puntos más fotogénicos del planeta para que todos podamos ir a hacer la cola y disparar. El problema, o así lo vemos, es que se convierten en tópicos. A lo mejor es más divertido olvidarse de lo que nos proponen y dedicarnos a buscar por nosotros mismos lo que hay que fotografiar.

Hay un fotógrafo, que no he logrado encontrar, que buscó todas las imágenes en las redes sociales de los principales monumentos del mundo y demostró algo muy curioso: todos hacemos las mismas fotografías. Más lejos o más cerca, con más luz o menos, pero exactamente iguales. Tendemos a repetirnos.

Martin Parr plasmó a muchos turistas sujetando la torre de Pisa para conseguir esa instantánea con la que todos relacionamos a la conocida torre. En EEUU hay un mirador que indica el punto exacto en el que Ansel Adams colocó el trípode para hacer su famosa imagen de la tormenta alejándose en el Gran Capitán... Y la gente se pelea por conseguir ese privilegiado puesto en días llenos de nubes.

Granada Granada

Es una forma de conseguir fotografías bonitas de una forma rápida y segura, sin riesgo alguno. Llegó a un sitio que he encontrado (incluso con coordenadas gps) y si el día acompaña, logramos una imagen cercana a la perfección, como ese pueblo que han creado en China para tener fotos instagrameras.

Busca tus propios lugares pintorescos

Algo que me llama mucho la atención es que a los sitios bonitos de España se señalan con una señal de una cámara de fuelle y se le denomina lugar pintoresco. ¿No debería ser espacio fotográfico?

Mi tío era Roberto Fernández Peña, autor de 'Excursiones inéditas desde Madrid', uno de los primeros libros de viajes en coche que se publicaron en España. Tuvo tanto éxito que es el único autor que tenía un puesto propio en la Feria del Libro de Madrid. En esa trilogía contaba cómo ir a lugares tan desconocidos como el nacimiento del río Mundo, el hayedo de Montejo o Buitrago de Lozoya...

Tuvimos la suerte de conocer esos paraísos cuando todo era virgen y nadie lo conocía. Ahora cualquiera de estos lugares está indicados en la carretera, tienen control de entrada, parking para autobuses y tiendas de recuerdos... Cuando he vuelto al cabo del tiempo seguían siendo sitios inolvidables pero masificados. Y puedes encontrar mil y una fotografías en cualquier red. No hay que dejar de visitarlos pero no es lo mismo.

Puentedey Puentedey (Burgos)

A la hora de viajar todos queremos ver sitios bonitos. Y oigo decir a muchos que lo que buscan es poder hacer fotos... Siempre he pensado que cualquier calle, cualquier espacio es digno de ser fotografiado. Solo que hay que esforzarse más y sobre todo, conocerlo muy bien. Es decir, echarle horas para lograr una buena serie.

Siempre he pensado que cualquier calle, cualquier espacio es digno de ser fotografiado. Solo que hay que esforzarse más y sobre todo, conocerlo muy bien.

La torre Eiffel queda perfecta desde los Campos Elíseos, o la Alhambra desde el mirador de San Nicolás... Es imposible (si dominas la técnica) que queden mal. Pero esa foto la hace todo el mundo que pise con una cámara esa misma baldosa en la que te has situado. Son ciudades masificadas que te permiten hacer fotografías postaleras sin parar.

Y no es malo, pero te impiden evolucionar como fotógrafo, tener un lenguaje propio. Si quieres mejorar estos sitios deberían verse como centros de entrenamiento para contar mejor cómo es la vida en tu barrio, aunque sea Moratalaz (que conste que soy de ahí). Hay que tener espíritu aventurero y encontrar tus propios disparos. Y si quieres, tener recuerdos de los lugares de siempre.

Cueva de los franceses Cueva de los franceses

Uno de los retos que les pongo a mis alumnos es que hagan una fotografía original del Oso y el madroño de la madrileña Puerta del Sol. O de la misma Cibeles. Y creo que no hay reto más difícil que fotografiar un lugar turístico de una forma original. Pero ese entrenamiento te servirá para ir a cualquier lugar con otra visión, la tuya propia.

Mi familia paterna es de un pueblo de Madrid, de la llamada Alcarria madrileña. No destaca por su belleza precisamente. Pero hace mucho tiempo me encargaron las fotografías para ilustrar el libro sobre su historia. Fue uno de los trabajos más difíciles que he hecho nunca, pues es un lugar que creció sin preocuparse por nada.

Sin embargo el trabajo fue muy bien recibido y forma parte de la decoración del ayuntamiento (creo que siguen expuestas). Ahora sé que lo haría mucho mejor porque tengo el ojo más entrenado. Pero me sirvió para aprender que siempre es posible hacerlo bien si conoces lo que estás viendo y le dedicas horas y más horas.

Por este motivo recomiendo huir de los lugares turísticos y encontrar tu lugar fotográfico en el mundo. Será siempre tu gimnasio visual para enfrentarte a cualquier reto. Y a lo mejor consigues que se convierta en un sitio pintoresco... aunque seguro que te gustará mantenerlos secretos solo para tus amigos y familiares...

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