Presentadas en Photokina 2018 (en donde ya tuvimos una toma de contacto con las maquetas) los meses de espera para conocer las Panasonic Lumix S1R y S1 no ha hecho sino aumentar las ganas de conocer más detalles de la apuesta de la casa en este segmento tan disputado. Ahora hemos tenido la oportunidad de probar unos modelos de preproducción y os lo contamos.
Aunque con motivo del CES se desvelaron más detalles, lo cierto es que aún no había demasiada información sobre las características de las cámaras, más allá de los dos distintos sensores (24 y 47 Mpíxeles efectivos aprox), el nuevo procesador Venus, grabación de vídeo 4K a 60p, estabilizador de imagen Dual I.S. en el cuerpo, doble ranura para XQD y SD, LCD con inclinación triaxial y montura del sistema L-Mount.
Ahora por fin tenemos todas sus especificaciones técnicas, pero sobre todo hemos podido tenerlas en nuestras manos y probarlas por unas horas. Poco, como suele ser habitual en estos casos, y desde luego insuficiente para unas cámaras claramente dirigidas al profesional. Sin embargo, el rato que pasamos con ellas fue más que suficiente para darnos cuenta de la fuerte apuesta de Panasonic.
Primeras sensaciones en las manos
Tras acabar la presentación de rigor (en la que participaron responsables de Leica y Sigma para presumir de la alianza que se ha materializado en la L-Mount) entramos en una sala donde nos esperaban un montón de cámaras (el evento fue en Barcelona pero con prensa especializada de todo el mundo). Rápidamente comprobamos que el mejor adjetivo que podemos usar para hablar de estas cámaras (externamente la S1 y S1R son idénticas salvo por la serigrafía del nombre) es "contundente". Tal y como comprobamos en Photokina con las maquetas, son cámaras realmente grandes.
Olvidémonos de aquello de "ligero" y "compacto" para hablar de las cámaras sin espejo. Las Lumix S1R y S1 son grandes y pesadas (unos 900 gramos solo el cuerpo sin batería ni tarjetas), dejando claro rápidamente que se dirigen al ámbito profesional. De hecho, si tuviésemos que comparar la cámara por tamaño y peso desde luego que lo primero que se nos vienen a la cabeza son algunas réflex de formato completo como pueden ser la Canon EOS 5D Mark IV y la Nikon D850. Para nada pensamos en algunas de sus competidoras en el ámbito de las sin espejo full frame cuyos modelos, aunque relativamente grandes, no llegan al tamaño de las nuevas Lumix.
Eso sí, la sensación de robustez es (como podéis imaginar) muy grande y la ergonomía muy buena, con una empuñadura que permite sujetar la cámara sin ningún problema incluso con objetivos grandes como el 70-200 mm f/4 S PRO (que es uno de los que probamos). Como ya comentamos su diseño es similar a la Lumix G9 pero sobredimensionado y con un montón de botones, ruedas y controles al más puro estilo profesional para tener a mano todo lo necesario sin tener que entrar demasiado en los menús.
Entre estos controles destacan, por novedosos, la palanca de bloqueo que permite hacer lo que su nombre indica (personalizando qué controles queremos se bloqueen para evitar que se accionen sin querer) y el interruptor frontal para seleccionar entre dos modos previamente configurados. Por cierto, aunque el tacto de los botones y controles en general es bueno, los de la cruceta nos parecieron muy duros (aunque el joystick sirve para lo mismo), mientras que el disparador excesivamente sensible.
Por lo demás, no falta de nada aunque, y uno se queda con la sensación de que (como no podía ser de otro modo), es una cámara de esas que requieren horas de estudio para aprender a manejarla bien. Y, sobre todo, mucho tiempo para acostumbrarse a sus distintos controles y para llegar a sacar el partido que puede ofrecer a los profesionales su diseño y algunas de sus innovaciones.
Comportamiento
Asomados al visor, comprobamos que Panasonic no exagera cuando habla de visión real, porque lo cierto es que el visor es realmente bueno (con una resolución altísima de 5.76 millones de puntos) y ofrece una visión a la altura de lo esperado. Lo mismo con la pantalla que, como ya se había anunciado, tiene un sistema de tres ejes similar al que ya habíamos visto en alguna otra cámara y que, en principio, parece algo endeble. Sin embargo, como bien se encargaron de demostrarnos (en uno de los momentos más curiosos de la presentación), el sistema es duradero y lo suficientemente fuerte como para que podamos sujetar la cámara (objetivo incluido) sin miramientos directamente agarrándola por la LCD extendida en su posición más (aparentemente) delicada.
Por lo que respecta al enfoque, nos pareció muy rápida y precisa en líneas generales, aunque "dominar" el punto de enfoque tiene su miga y en entornos con muy poca luminosidad tuvimos algunos problemas. Sin embargo, aparte de que no son unidades finales, hay que tener en cuenta que no tuvimos apenas tiempo de probar la gran cantidad de modos de enfoque que ofrece (incluido uno que detecta personas y animales) por lo que es sólo una primera impresión que habrá que corroborar en un análisis posterior.
Por cierto que si estamos hablando como si se tratara de una sola cámara es porque realmente nuestra toma de contacto fue tan breve que apenas notamos diferencia usando la S1R y la S1. Y es que, ciertamente, se trata de dos modelos muy similares que se diferencian poco. Básicamente la resolución, muy alta en la S1R para los profesionales que necesitan una altísima calidad, y mayores capacidades para la grabación de vídeo en la S1 (aunque los anunciados 10 bits, 4:2:2 y V-Log requieren una actualización de pago). En este sentido, no podemos decir que una sea más rápida que la otra a la hora de manejarse ni, desde luego, a la hora de disparar en ráfaga. Un campo en el que, por cierto, sus números son interesantes (hasta 9 FPS con AFS) pero no "estratosféricos".
Calidad de imagen
Pasando ya al apartado más crucial, no hemos tenido mucho tiempo de revisar las tomas (ni tenemos un revelador RAW con el que examinarlas a fondo) pero la impresión general es que la calidad es muy elevada, con un nivel de detalle si duda de lo mejor del mercado. En este sentido, como nos comentaba un representante de Panasonic España, la firma no ha hecho concesiones y busca situarse directamente en lo más alto.
Por supuesto aquí sí notamos la diferencia entre los 47,30 Mpíxeles de la S1R y los 24,20 de la S1, aunque lo cierto es que ambas ofrecen una calidad fuera de duda y un nivel de detalle realmente alto. Por el lado del ruido, como era esperable en un sensor full frame, el rango de uso es muy alto y podemos atrevernos a disparar a 12.800 ISO sin que el resultado desmerezca.
También pudimos probar el modo de Alta resolución con el que es posible obtener (mediante la técnica del Pixel Shift) fotografías de gran resolución. Lo malo es que el resultado lo guarda en RAW, con lo que aún no podemos verlo. Por lo demás, como decíamos al respecto del AF, se trata de una primera impresión (Panasonic ha insistido mucho en que quede claro que la calidad de imagen de las fotos que veis no es la final), pero desde luego nos parece que la apuesta de Panasonic es difícilmente mejorable.
Conclusiones
Así las cosas, queda claro que cuando la firma decidió "lanzarse a la piscina del full frame" pensó hacerlo "a lo grande". Así, mientras que firmas como Canon y Nikon lo hicieron con cierta timidez (como tratando de no robar demasiado protagonismo a sus réflex Pro), Panasonic se ha lanzado con todas las consecuencias dirigiéndose claramente a los profesionales con una apuesta que desde luego tiene buenos argumentos. Por supuesto es muy pronto para concluir si la piscina finalmente tendrá agua o no, y no vamos a entrar en el tema de si son caras o no (aunque ciertamente el precio está por encima de la competencia en el sector sin espejo FF), pero desde luego las Lumix S1R y S1 tienen una pinta estupenda.
Eso sí, para aquellos que aún anden dándole vueltas a lo de la "traición" a Olympus y al sistema Micro 4/3, queda claro que las nuevas cámaras no van dirigidas al público en general sino a los profesionales. De modo que los modelos más modestos de Panasonic seguirán teniendo mucho sentido para otro tipo de públicos que demanden la ligereza y compacidad que hasta ahora habían ido asociadas a las mirrorless.
Precio y disponibilidad
Ambos modelos estarán disponibles a finales de marzo con un precio recomendado de 2.499 euros para la Lumix S1 y de 3.699 euros para la S1R en el caso de adquirir sólo el cuerpo de la cámara. Si preferimos el kit que incluye la óptica 24-105 mm f/4 la cifra asciende a 3.399 y 4.599 euros para la S1 y S1R (respectivamente).
En cuanto a los nuevos objetivos, el citado 24-105 mm f/4 cuesta 1.399 euros si se adquiere en solitario, mientras que el 70-200 mm f/4 S PRO se pone en 1.899 euros y el 50 mm f/1.4 S PRO en 2.499 euros. Como promoción especial de lanzamiento Panasonic hará un cashback de 200 euros por la compra de un producto y de hasta 600 si se adquiere una cámara más objetivos.
Más información | Panasonic
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