
Siete claves para ser más autoexigentes como fotógrafos
Uno de los principales pasos para conseguir mejorar realmente nuestras fotos es ser mucho más autoexigentes. Esto supone tener una mayor capacidad de reflexión sobre nuestras imágenes y de mirarlas con ojo crítico, así lograremos afinar más en nuestra siguiente captura.
Para conseguir mejores fotos no siempre necesitaremos tener un mejor equipo, ni estudiar sesudos tratados fotográficos. A veces es mucho más sencillo y todo radica en nosotros mismos. En mirarnos, en reflexionar sobre nuestro trabajo para avanzar, para progresar. ¿Es fácil? Por supuesto que no, pero vamos a ver siete claves que nos pueden ayudar a ser más autoexigentes.
1. El revelado y post-procesado mejor en frío
Tras un viaje, una larga sesión o una jornada fructífera en lo fotográfico solemos tener mucha ansiedad por ver nuestras imágenes en el ordenador (o incluso revelarlas si fuera el caso). Está bien ese primer vistazo y tener mayor conciencia del valor de las fotos realizadas. Pero mejor si somos capaces de contenernos y no dedicarnos a revelarlas y realizar el post-procesado.
Mejor si somos capaces de dejar ese vistazo para cuando estemos relajados, nos ayudará a ser más fríos y analíticos, a descartar lo realmente malo de lo bueno. Así como el post-procesado.
Tras una sesión descarga las fotos, haz las copias de seguridad y… déjalas ahí. Sigue trabajando, piensa en otra cosa, deja pasar días o semanas. Con más perspectiva seguro que sacamos conclusiones más acertadas y tendremos una visión más crítica de nuestras propias fotos.
2. Solo comparte lo mejor
Por eso aquí, de nuevo, hay que ser más exigentes, más fríos y solo compartir lo realmente bueno, lo mejor que somos capaces de hacer. Y no siempre tiene que ser la foto que acabamos de hacer. No pasa nada por compartir una foto que hicimos hace tres meses si es realmente buena y nos satisface. No seamos esclavos de la inmediatez. Mejor compartimos menos, cuando sea, como sea, pero siempre lo mejor.
3. Piensa (más) antes de apretar el disparador
Si somos realmente exigentes lograremos descartar (antes de apretar el disparador) muchas fotos que sabemos no nos llevan a ninguna parte y que no nos van a suponer nada nuevo ni mejor. Ya sea en una sesión fotográfica, un viaje o cualquier ocasión fotográfica que nos surja.
Sabemos que esto no funciona. Y cuando sucede hay mucho de fortuito. Mejor pensemos bien, busquemos el mejor momento, luz, encuadre, fondo… y si no lo conseguimos, a seguir buscando. O descartarlo. No pasa nada malo. Al contrario, nos habremos vuelto más exigentes y cuando volvamos a disparar lo haremos mejor.
4. Mira muchas fotos, lee libros… aumenta tu cultura visual
Es una buena costumbre. Tenemos al alcance a través de internet el trabajo de muchísimos fotógrafos. Podemos seguir tendencias, autores… y ver muchas fotos con gran facilidad, así que lo debemos aprovechar. Así como visitar más exposiciones. Un buen consejo aquí es no solo centrarnos en autores que realmente nos gustan o géneros concretos. Seamos más abiertos, veamos otro tipo de fotógrafos y trabajos, eso nos ampliará nuestras perspectivas y puede reportarnos muchos beneficios si lo asimilamos para las próximas fotos que hagamos. O proyecto en el que nos embarquemos.
5. Aprende de los errores
Y no solo aprenderemos a mejorar técnicamente, también en otros aspectos: cómo nos debemos situar, dónde, cómo anticiparnos a una escena, cómo mejorar la luz o simplemente cómo debemos evitar quedarnos sin la “foto buena”, esa que no logramos y que, la próxima ocasión, no vamos a dejar escapar porque ya sabemos donde no debemos tropezar.
6. Imprime tus fotos: las buenas y las malas
Es un consejo muy repetido y muy valioso. En la era digital hemos perdido la costumbre de tener copias en papel de las fotos. Adquieren una nueva dimensión, nos aportan una perspectiva diferente y sirven para observarlas materialmente (también como recuerdo o trabajo de selección).
Además, nos facilitan la labor de combinarlas, de ponerlas juntas, de emparejar,… eso hace que alguna descartada cobre nueva vida y sí funcione junto a otra… esa perspectiva se consigue más fácilmente con copias fotográficas en papel que en pantalla.
7. Busca ayuda para una crítica constuctiva
Con todo lo que hemos comentado parece que todo el trabajo de autoexigencia fuera un ejercicio individual y solitario. Y en cierto modo lo es, pero no del todo. Porque siempre podemos recurrir a amigos sinceros, a compañeros fotógrafos o a otros autores que respetamos y consideramos ideales para que valoren nuestro trabajo.
Consejo adicional
Foto inicio | Coco Toledo