Es una de las muchas posibilidades que tenemos si nos gusta jugar con el movimiento en fotografía y sin duda es una de las que produce resultados más vistosos. El caso es que la técnica para conseguir un barrido es relativamente sencilla, pero lograr un buen resultado no lo es tanto, sobre todo porque suele tener mucha importancia el factor suerte. Aún así, con práctica y siguiendo nuestros consejos, seguro que podréis conseguir una buena fotografía de barrido.
La mecánica para conseguirlo
El barrido de movimiento también se conoce como paneo porque, efectivamente, este término define bien lo que debemos hacer para conseguirlo. Se trata de hacer un movimiento giratorio de la cámara sin que ésta se desplace (lo que en vídeo se conoce como una panorámica). Es decir, el desplazamiento se realiza sobre el eje del sensor acompañando el movimiento de un sujeto dinámico, ya sea de derecha a izquierda (o al revés) o de arriba hacia abajo (o viceversa).
A esta foto le tengo un especial cariño porque fue hecha con una cámara de carrete, cuando conseguir una buena foto de barrido era considerablemente más complicado. Foto de Óscar Condés
Ciertamente también se puede realizar con desplazamiento de la cámara, pero éste debe ser igual al del sujeto fotografiado lo que, como nos podemos imaginar, resulta muy complicado de lograr. El caso es que lo que hace que consigamos ese efecto de desenfoque dinámico del fondo, al tiempo que nuestro protagonista queda más o menos definido, es el uso de una velocidad de obturación relativamente baja.
Cuando decimos “relativamente” es porque depende mucho de la velocidad del movimiento del sujeto y cómo se desplace, y también porque podemos lograrlo con velocidades entorno a 1/30 segundos, valor que en una foto estática podría servir perfectamente para que todo saliera nítido. Sea como fuere, este valor es una referencia a partir de la cual podemos ir experimentando; Porque eso, la práctica, es la receta fundamental para lograr los mejores resultados.
Foto de Stepan Kriz
Teniendo claro que el valor clave que debemos controlar es la velocidad de obturación, no es difícil imaginar que el modo de disparo más recomendado para este tipo de fotos es el “S” o de prioridad al obturador. Y aunque por supuesto se puede disparar en manual, dado que es algo en lo que la rapidez es importante conviene usar un modo semiautomático para asegurarnos una exposición correcta.
En cuanto al enfoque, podemos optar por el modo manual (si tenemos clara la distancia a la que se situará el sujeto) o por el automático. En el primer caso posiblemente contemos con el inestimable apoyo de una cierta profundidad de campo que consigamos al usar un diafragma cerrado (para compensar la baja velocidad), pero esto dependerá mucho de las condiciones de luz. En el segundo caso, el más recomendable, echaremos mano del AF en modo continuo de manera que la cámara trate de mantener al sujeto bien enfocado en toda su trayectoria.
Foto de Grillot edouard
Un apoyo extra
Como decimos, se trata de mover la cámara a una velocidad que sea equivalente a la del sujeto que se desplaza ante nosotros, manteniéndole en lo posible en el mismo lugar del encuadre (que no tiene porqué ser el centro), elemento fundamental para que el protagonista esté nítido. Pero hay un pequeño truco que se puede utilizar para lograr esa nitidez, sobre todo si vamos a hacer una exposición muy larga: Disparar un flashazo sincronizado a la segunda cortinilla.
Foto de ponrajk22
Esto, por si no lo sabes, significa que el flash no se disparará hasta justo un instante antes de que se cierre el obturador. Un apoyo extra en iluminación que debería congelar al sujeto al final del movimiento que captemos durante la exposición prolongada (y algo que, muy probablemente, le hará destacar aún más del fondo).
Para este propósito podría servir el flash de tipo pop-up de la cámara, aunque dependerá de la distancia al sujeto (porque, como ya sabréis, estos flashes tienen normalmente muy poco alcance), pero sea como fuere la técnica es la misma que el flash de relleno.
Foto de Matthias Meyer
Otro accesorio que también puede ser útil es un trípode, que nos ofrecerá más estabilidad al emplear velocidades más cortas. Eso sí, es importante bloquear el trípode en vertical (u horizontal, si el movimiento es en el otro eje) para evitar trepidaciones innecesarias.
Cómo lograr buenos resultados
Si se trata de un movimiento que no se va a repetir lo único que podemos hacer es echar mano de nuestros conocimientos y experiencia y “rezar” para que salga bien (aunque será complicado). Sin embargo, si la trayectoria se va a repetir y tenemos ocasión de hacer varias tomas (aunque es imposible que sean iguales) siempre podemos ir viendo los resultados sobre la marcha e ir ajustando la velocidad en consecuencia.
Foto de Óscar Condés
Porque la clave está en el movimiento relativo del sujeto respecto al encuadre, algo que es difícil de calcular a priori. Por eso, lo mejor es partir de 1/30 seg e ir subiendo o bajando según vayamos viendo los resultados. Un buen ejemplo es la foto que habéis visto en portada protagonizada por uno de esos icónicos taxis amarillos de Nueva York y que fue hecha a 1/45 seg. Sin embargo, la imagen que tenéis justo arriba se tomó a 1/6 segundos, porque el taxi iba bastante más rápido.
Eso sí, como se puede apreciar en esta segunda imagen, cuanto más larga sea la velocidad usada más fácil será distorsionar el fondo y más difícil que el protagonista de la foto quede bien definido (sin usar el flash). Por tanto, es cuestión de ir probando y practicar mucho. Por otro lado, también conviene saber que cuanto más variado sea el fondo más estético será el resultado. Así, si hay luces y zonas con distintos colores o iluminaciones mejor que mejor.
Las cosas difícilmente salen a la primera así que toca practicar y practicar... Fotos de Óscar Condés
Y eso es todo, sólo recordaros que para conseguir una buena foto de barrido lo más importante es la perseverancia. No son fáciles de conseguir (como podéis comprobar con las tomas fallidas que he incluido), y probablemente nos provocarán muchas frustraciones, pero cuando consigamos una foto bien hecha la satisfacción casi seguro que será muy grande.
Foto de portada | Óscar Condés
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