Anunciada a finales del verano junto a la HX95, en su momento ya os contamos que se presentó como una cámara discreta, pequeña y ligera pero con un potente zoom y prestaciones avanzadas, ideal para viajar. ¿Suena bien, no? Pues tras una prueba a fondo os contamos lo qué puede dar de sí esta pequeña compacta y donde “cojea”.
Porque, si os ha llamado la atención el título, quizá os estéis preguntando a que viene ese entrecomillado en “casi todo”. La respuesta es sencilla, no se puede tener todo en este mundo. Porque siendo pequeña pero con prestaciones avanzadas (como un visor electrónico y disparo en RAW), y encima tendiendo un precio razonable… ¿Algo tenía que fallar no? Evidentemente, aunque para saberlo tendréis que seguir leyendo este análisis.
Para empezar, vamos a situarla dentro del mercado, y del catálogo de Sony. Porque al verla quizá os haya recordado a las cámaras de la serie RX100, su conocida gama de compactas avanzadas. Pues sí, efectivamente la Sony HX99 sería algo así como una hermana pequeña de estos modelos con características similares pero más económica. Entre las similitudes ese pequeño visor electrónico retráctil que hace destacar a sus hermanas mayores y un cuerpo compacto y muy bien acabado del que vamos a hablar tras revisar sus principales características en nuestro habitual cuadro:
Especificaciones técnicas de la Sony HX99
Sensor | CMOS Exmor R tipo 1/2,3 (7,82 mm) de 18 Mpíxeles |
Objetivo | Lente Zeiss Vario-Sonnar T* |
Rango focal | 24-720 mm (Equivalente en formato 35 mm). |
Apertura | ƒ3.5-6.4 |
Visor | Electrónico retráctil de tipo 0,2 Oled de 638.400 puntos |
Pantalla | LCD TFT Xtra Fine de 3”, 921.600 puntos resolución y ajustable hasta 180º (aprox) |
ISO | 80–3.200 (ampliable a 6.400) |
Resolución máxima de vídeo | 1.920 x 1.080/ 60i |
Almacenamiento | Tarjeta MicroSD |
Dimensiones | 102 x 58,1 x 35,5 mm |
Peso | 242 gramos (con batería y tarjeta) |
Precio | 520 euros |
Construcción y ergonomía
Como adelantamos, este modelo tiene bastante similitudes con las RX100. De hecho, a simple vista no es fácil distinguirla de una RX100 VI (modelo que analizamos hace unos meses). Lo cierto es que su diseño es muy similar y sólo tiene un par de diferencias apreciables a simple vista: El mando del zoom que circunda al disparador y la rueda de modos de disparo sobresalen ligeramente de la parte superior del cuerpo, e incluye un pequeño grip de goma en la parte delantera.
El diseño es algo menos lujoso que el de las RX100 pero su tamaño es incluso más pequeño y el grip incorporado se agradece
Esto hace que su diseño sea algo menos “exclusivo”, aunque el acabado y el tacto es bueno (con un material predominantemente metálico), e incluso la incorporación de esta pequeña empuñadura mejora el agarre respecto a las RX100. Además, incluye el visor retráctil que lucían las RX100 III, IV y V y que se accionaba en dos pasos (el de la VI ya necesita un solo paso).
Incluso la HX99 es un poco más delgada (unos siete milímetros) y ligera (60 gramos). No en vano, la Sony HX99 presume de ser, según la firma, “el cuerpo más compacto y pequeño del mundo en su categoría”. Lo cierto es que realmente es bastante pequeña, y cabe perfectamente en un bolsillo. Y, teniendo en cuenta todo lo que ofrece (especialmente por el visor y el objetivo), sin duda es una auténtica obra de arte en el campo de la miniaturización.
Pero ¿dónde está la diferencia entre este modelo y las RX100? Pues a nivel externo lo que ya hemos apuntado y algunas cosillas más. Por ejemplo una pantalla que esta vez sólo se gira hacia arriba (aunque permite —cómo no— hacerse selfies), la ranura para tarjetas MicroSD (en vez de las SecureDigital) y algunos detalles más en forma de conectores… Pero poco más. El resto de diferencias las tenemos por dentro, en forma de prestaciones.
Prestaciones
Al no ser visibles, para encontrar las discordancias hay que volver a remitirse a la tabla de especificaciones donde encontramos las otras diferencias con las RX100. Empezando por un visor que, aunque es muy similar al de la RX100 III, tiene menor resolución, lo mismo que ocurre con la pantalla trasera.
La gran diferencia, como ya habréis imaginado, está en su pequeño sensor 1/2,3” que no deja de ser el de cualquier compacta “normal”
Aunque la mayor diferencia sin duda es algo que ya habréis intuido: El sensor. Y es que si las hermanas mayores cuentan con un CMOS de una pulgada, la HX99 se conforma con uno de 1/2,3”, es decir el tamaño de cualquier compacta “normal”. Esto explica, como en muchas otras cámaras de este tipo, que la relación de zoom sea tan grande: 30x, nada menos que un 24-720 mm equivalente.
Este objetivo (que sigue ostentando la etiqueta Zeiss serigrafiada en su cuerpo) ofrece una luminosidad bastante corriente (ƒ3.5-5.6) pero, sobre todo, tiene un alcance estratosférico, mucho mayor que el de la Sony RX100 VI (que ya ampliaba este dato), muy llamativo para una cámara tan pequeña y, sin duda, un buen gancho para posibles compradores.
Eso sí, como os podéis imaginar, con una cámara tan pequeña es difícil “sostener” un plano fijo cuando el zoom está en su máxima longitud focal. Por eso, a pesar de que la pequeña empuñadura ya mencionada y el anillo de función sobre el objetivo ayudan a la estabilidad (y a que la cámara tiene estabilizador digital), no es difícil obtener bastantes tomas fallidas, aunque de esto hablamos más adelante.
Por lo que toca al enfoque, en general es rápida y efectiva (siguiendo la norma general en la marca), aunque evidentemente no es un modelo pensado para fotografía de acción y/o deportes (y eso que la ráfaga alcanza los 10 fps). De hecho, paradójicamente, el AF Continuo no está disponible para la toma de fotografías, sólo para vídeo.
El que sí se puede usar con las imágenes fijas es el sistema que detecta los ojos y rostros de las personas que, eso sí, nos ha parecido que funcionaba un poco aleatoriamente. Es decir, a veces reconocía rápidamente las caras y/o los ojos, y otras no. De todos modos, a pesar de la “sencillez” de este modelo, cuenta con bastantes modos de enfoque diferente para que el usuario encuentre (tras estudiar y practicar, claro), el que mejor se adapte a su forma de hacer fotos.
Por supuesto hay que hablar del visor retráctil que ofrece un resultado con luces y sombras. Su tamaño es muy pequeño y tanto la resolución como el refresco dejan que desear, pero no deja de ser una prestación más que ofrece un modelo que normalmente no tendría algo así (como no lo tiene la competencia). No es para un uso habitual pero sin duda es un recurso que se agradece.
Por lo que toca al resto de prestaciones, no echamos en falta prácticamente nada y sin duda satisfará las necesidades de casi cualquier usuario con distintos tipos de disparo y opciones creativas, conectividad WiFi y Bluetooth, modo selfies que automáticamente activa el reconocimiento de caras y, cómo no, la ya inevitable función de grabación de vídeo en 4K.
Manejo de la cámara
En este apartado lo primero a destacar es que, a pesar del pequeño tamaño, es posible seleccionar diafragma y velocidad de obturación en modo manual gracias al anillo que circunda el objetivo y la rueda de la cruceta. Nuestra opinión es que no será un modo que usen mayoritariamente los usuarios de este modelo, pero había que mencionarlo porque está bien resuelto.
La interfaz táctil sigue siendo bastante limitada y la botonería está “apretada” en la parte trasera derecha
Como también se ha resuelto el “problemilla” que vimos en la RX100 VI sobre el cierre del visor que, automáticamente, hacía que se apagara la cámara (y ahora se puede elegir). Sobre la interfaz táctil, una vez más Sony ha preferido limitar el uso a poco más que elegir el punto de enfoque. Una decisión que nos parece útil en el caso de la toma de imagen (ya que se evita que accionemos cosas accidentalmente), pero no en el visionado, donde el usuario tipo espera poder usar los dedos como si fuera un móvil.
Por lo demás, unos botones muy pequeños y muy apretados (situados todos por cierto en la parte derecha) no ayudan a agilizar el manejo. Como tampoco lo hace un menú con una gran cantidad de apartados (como viene siendo habitual en la marca), pero sin duda ambos sacrificios asumibles.
Calidad de imagen y ruido
Una vez hemos visto lo que ofrece la cámara con cierta profundidad, llegamos al apartado siempre crucial en todo análisis. El que, en este caso, tiene la culpa de ese “casi todo” que mencionábamos al principio. Porque, como era de esperar, teniendo un sensor de cámara “normalita” los resultados tenían que estar acordes.
Y eso que al poder disparar en RAW tendremos la posibilidad de mejorar el resultado con una edición a posteriori, pero como se suele decir “de donde no hay no se puede sacar”. No estamos diciendo con ello que la cámara haga malas fotos, ni mucho menos, pero sí que evidentemente el nivel de detalle que se puede lograr con un sensor pequeño es limitado.
Así, en condiciones de buena luz se logran fotos muy aceptables, con una buena reproducción de color, un contraste correcto y una buena resolución de la imagen gracias a un objetivo que mantiene el tipo. Eso sí, nos ha parecido que tiene una cierta tendencia a la sobreexposición y, como ya apuntábamos, es fácil tener la tentación de abusar del zoom lo que inevitablemente provoca bastante tomas desencuadradas, desenfocadas o directamente movidas.
Sobre todo cuando la luz decae, momento en el que la HX99 muestra su peor cara porque, como era de esperar, 18 millones de píxeles en un espacio reducido se traducen inevitablemente en mucho ruido digital cuando se sube el ISO. Si os habéis fijado, el valor máximo se queda en un modesto 3.200 ISO (ampliable a 6.400) pero incluso desaconsejamos utilizarlo. Más allá de 800 ISO, el ruido es más que evidente y el procesado que realiza la cámara para evitarlo convierte la foto en una suerte de acuarela.
Sony HX99: La opinión de XatakaFoto
Y es que, como decíamos al principio, no se puede tener todo. Si además de las muchas prestaciones que ofrece la HX99 en un tamaño realmente de bolsillo queremos una mayor calidad de imagen para eso ya tenemos las RX100, que gracias a su sensor de una pulgada son “otra historia”.
Así, este modelo se queda como una hermana pequeña, reaprovechando componentes y líneas de diseño para ofrecer una cámara que parece una RX100 por un precio notablemente inferior (para un público menos exigente). Una idea que, lejos de censurar, nos parece bien. Más que nada porque no deja de ser ofrecer más opciones al consumidor, y no todo el mundo está dispuesto a gastarse más de mil euros en una compacta.
Aún así, teniendo en cuenta la costumbre de Sony de no retirar del mercado los modelos antiguos, quizá una Sony RX100 podría ser una mejor opción si quieres mayor calidad de imagen y por un precio incluso menor, o una RX100 III que ya incluía un visor similar al de esta HX99.
Claro que todo depende del usuario. Porque quien esté habituado al móvil probablemente no necesite mayor calidad de imagen, y sin embargo es muy posible sí se sienta seducido por el potente zoom de esta HX99 (que permite un enorme rango de alcance), claramente el mayor argumento de peso para que un posible comprador prefiera esta cámara a un smartphone.
Sony HX99: la nota de XatakaFoto
7.3
A favor
- Tamaño muy compacto
- Óptica 30x y formato RAW
- Visor incluido
En contra
- Calidad de imagen
- Nivel de ruido digital
- Interfaz táctil limitada
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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